Olmeca

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Olmeca

La cultura olmeca fue la civilización que se desarrolló durante el periodo Preclásico de Mesoamérica. Aunque se han encontrado vestigios de su presencia en amplias zonas de Mesoamérica, se considera que el área nuclear olmeca —zona metropolitana— abarca la parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. En ese sentido, es necesario hacer la aclaración de que el etnónimo olmecales fue impuesto por los arqueólogos del siglo XX, y no debe ser confundido con el de los olmeca-xicalancas, que fueron un grupo que floreció en el epiclásico en sitios del centro de México, como Cacaxtla.

Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización mesoamericana.​ Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen al estilo artístico identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos culturales que se revelan en la evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo, que algunos de los atributos propiamente olmecas pudiesen haber aparecido, primero en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras dudas que están pendientes de respuesta definitiva, está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las montañas y a las cuevas; el culto a la Serpiente Emplumada, como deidad asociada a la agricultura, el simbolismo religioso del jade e, incluso, el propio estilo artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los principales centros de estos tiempos.
Cabezas colosales Olmecas

Área de asentamiento olmeca

A pesar del hecho de que la cultura olmeca tuvo una difusión que alcanzó la mayor parte de Mesoamérica —excepto en la región de Occidente, que siguió un desarrollo cultural más o menos autónomo hasta finales del Preclásico—, una de las regiones donde se han encontrado las evidencias más claras de la presencia de esta cultura es la parte sur de la Llanura Costera del Golfo de México, comprendida entre los ríos Papaloapan y Grijalva, que corresponde a la mitad norte del Istmo de Tehuantepec. Actualmente, esta zona corresponde al sureste del estado de Veracruz y el poniente de Tabasco. Se trata de una zona de un clima cálido y muy húmedo, condiciones climatológicas que seguramente poseyó también en la antigüedad precolombina en ese lugar.

El área nuclear olmeca es irrigada por caudalosos ríos que bajan de las estribaciones de la Sierra Madre de Oaxaca y la Sierra Madre Oriental, como el Coatzacoalcos, San Juan y Tonalá. Debido a la humedad de la zona y de las fuentes de estos ríos, en temporada de lluvias los desbordamientos de las corrientes son una constante. Aunque en la actualidad la vegetación de esta región de la República Mexicana ha sido ampliamente modificada por la acción del hombre, antiguamente estuvo recubierta por una espesa selva tropical, que era el hábitat de numerosas especies que en la actualidad se encuentran a punto de desaparecer en el territorio mexicano, entre ellas el jaguar, las aves de plumajes preciosos como guacamayas y quetzales; reptiles de diversas especies, y mamíferos como el tapir. Éste último considerado por los olmecas como un animal difícil de cazar que solo los más valientes lo atacaban porque era necesario estar muy cerca de él ya que era una tarea complicada penetrar su gruesa piel.

La región posee suelos ricos en humus y de espesores considerables. El petróleo crudo brota a flor de suelo entre la vegetación. Sin embargo, carece de muchos de los materiales que son característicos de los objetos de estilo olmeca encontrados en esta zona y en otras partes de Mesoamérica. Entre ellos se incluye la obsidiana, el jade, la serpentina y el cinabrio. Para obtener piedra sólida para sus materiales, los habitantes de esta región recurrieron a las canteras de la Sierra de los Tuxtlas —conocida también como sierra de Santa Martha o de San Andrés—, que les proveyeron de basalto y otras rocas volcánicas que emplearon en la construcción de templos y en la escultura. Sin embargo, estas fuentes de materiales pétreos se encuentran a más de cien kilómetros de distancia respecto a sitios como San Lorenzo y La Venta, lo que puede dar una idea del nivel de organización que se requirió para trasladar —sin animales de carga y sobre un suelo cenagoso— esos monolitos que se pesan en decenas de toneladas, hasta los centros políticos de la cultura olmeca.

La palabra "olmeca" significa "habitantes de la región del hule" y fue utilizada por los aztecas para nombrar a varios pueblos, étnica y lingüísticamente diversos, que ocuparon la región de Veracruz y Tabasco a través de los siglos. El nombre que se daban a sí mismos a quienes llamamos olmecas se desconoce.

Bajo el término "olmeca" han sido agrupadas dos realidades: un pueblo de la región del Golfo y un estilo artístico. El estilo olmeca puede verse plasmado en peñas, cuevas, esculturas grandes y chicas y objetos de barro que se encuentran diseminados por todo Mesoamérica. De Jalisco a Costa Rica, pasando por Guerrero, Chiapas, Oaxaca, el Altiplano Central y la costa del Golfo, se han encontrado imágenes de niños-jaguares y otros rasgos propios del arte olmeca. Se cree que la dispersión de este estilo artístico se debe a que los pueblos del Golfo crearon una amplia red de intercambios con otras poblaciones lejanas. De este modo, los símbolos y formas olmecas se integraron a las expresiones artísticas de otras zonas mesoamericanas.

Asimismo, se le considera olmeca a la "cultura madre" de Mesoamérica debido a que en estas primeras sociedades se dio inicio a algunas prácticas culturales que se integraron plenamente a la cultura mesoamericana, como el uso de un patrón urbano de asentamiento, el establecimiento de una sociedad teocrática, el juego de pelota, entre otras.

Historia

Se estima que los indicios más antiguos de la cultura olmeca son de alrededor de 1200 a. C., y los más recientes son aproximadamente del año 400 a. C. La civilización olmeca se constituyó principalmente alrededor de 3 centros ceremoniales: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, además de manifestarse en otros sitios como Laguna de los Cerros.

San Lorenzo

El Señor de Las Limas
El centro olmeca más antiguo es el de San Lorenzo (1150 a. C. aproximadamente.), municipio de Texistepec, situado en la cuenca del río Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz. El inicio del florecimiento de la cultura olmeca en este sitio comenzó alrededor del año 1150 a. C., época de la que datan la mayor parte de las esculturas y elementos arquitectónicos que caracterizan a la cultura olmeca, muchos de los cuales se conservan en el sitio. San Lorenzo fue saqueado en el año 900 a. C., y las esculturas monumentales sufrieron un intento de destrucción; algunas se enterraron, y otras fueron trasladadas al centro ceremonial.

La Venta

Fue el centro ceremonial más importante de los olmecas. Esta antigua ciudad se distingue por representar el primer trazo arquitectónico planificado en el México antiguo, su arquitectura monumental de tierra, su gran acervo escultórico y sus ofrendas de jade, al igual que por sus ofrendas masivas, únicas en el mundo prehispánico. En los alrededores de La Venta se han encontrado vestigios culturales que datan de 1750 antes de Cristo, aunque la ocupación principal se concentra entre el 1200 y el 400 antes de Cristo.​ Cuenta con la pirámide más antigua de Mesoamérica y también se han encontrado cabezas colosales y tronos, que merecen especial reconocimiento por el hecho de que para construirlas, tuvieron que ser transportados los enormes bloques de basalto desde la Sierra de los Tuxtlas, a decenas de kilómetros de ahí, ya que por ser una zona pantanosa y arenosa, no había piedras. Se cree que pudo llegar a albergar hasta 20.000 habitantes en ese lugar.

Tres Zapotes

El centro ceremonial de Tres Zapotes fue el último en desarrollarse. Es el más conocido porque fue el que sobrevivió hasta una época más cercana, pero la civilización olmeca que se desarrolló aquí fue una cultura ya en decadencia, no el esplendor que vivió en los centros ceremoniales anteriores.

Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron edificaciones de tierra y adobe, por lo cual han perdurado pocos restos. Se construyeron montículos con templos en la parte superior, lo que se podía considerar como un precursor de las pirámides mesoamericanas. También construyeron edificaciones en torno a patios centrales, característicos de las civilizaciones posteriores en la zona. Desde el 900 a. C. existen pruebas de bruscos cambios políticos; como muestra, el intento de destrucción de algunas de las cabezas olmecas.

Si para la mayoría de los especialistas como Michael D. Coe o Richard Diehl, la cultura olmeca es originaria de la costa del Golfo (ZMO: Zona Metropolitana Olmeca), para la escuela francesa promovida por Christine Niederberger y desarrollada en particular por Caterina Magni,​ la cultura olmeca aparece como un conjunto multiétnico y plurilingüístico que se extiende sobre la mayor parte de Mesoamérica desde 1200 hasta 500 a. C.

La presencia olmeca se certifica en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central), principalmente en la zona costera del Golfo de México entre los ríos Papaloapan y Grijalva, pero también en lugares como Chalcatzingo (Morelos), Teopantecuanitlán (Guerrero).

Más allá de las fronteras mexicanas, vestigios de una presencia olmeca se encuentran en Guatemala (Takalik Abaj), Belice, El Salvador, Honduras, y Nicaragua.

Religión

Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos posteriores. Tenían una religión politeísta, gran número de sus dioses eran relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, animales, etc.

Altar N° 5 en el Parque-Museo La Venta
El centro de su religión y culto es el jaguar, y aparece representado en la iconografía olmeca. Se le representaba con la característica boca olmeca, de forma trapezoidal, con las comisuras hacia abajo y el labio superior muy engrosado. En muchos casos con colmillos muy pronunciados, adornos supraciliares y el cráneo hendido. Siempre aparece representado de la misma manera. No se sabe qué tipo de dios pudo ser. Se cree que pudo ser el origen del dios de la lluvia, que se desarrollará posteriormente en muchos puntos de Mesoamérica.

Hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos los animales de la zona. Normalmente, aparecen mezclados entre ellos, cabezas de unos y cuerpos de otros, creando seres mitológicos. En ocasiones para sus representaciones religiosas tienden a la abstracción, con lo cual no se sabe exactamente qué pudo significar.

Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados directamente con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades.

Es una religión compleja, que no se ha conseguido descifrar aún. Pero se cree que pudo tener toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y legitimar a los linajes gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas sobrenaturales y establecer vínculos entre éstas y los gobernantes. La religión estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y su panteón. De esta forma también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una figura de animal para identificarse.

Lengua y escritura

Ya que la cultura olmeca fue la primera civilización en Mesoamérica, se afirma o se especula que muchos logros mesoamericanos tuvieron lugar por primera vez en el seno de su cultura. Entre otras cosas, se acredita a los olmecas el desarrollo del calendario, la escritura y la epigrafía.

Antes de los descubrimientos de 2002, el corpus principal de inscripciones largas constaba de una docena de inscripciones epigráficas, todas ellas datadas entre 300 a. C. y el 530 d. C.​ En 2002 se descubrió una inscripción que data de 650 a. C., y en 2007 otra de 900 a. C., la cual supera en antigüedad a la escritura zapoteca y convierte a la escritura olmeca en la más antigua de América.

Se han encontrado ciertas inscripciones en algunas estelas que contienen glifos. Según algunos historiadores, una de estas estelas cuenta la vida de un gobernante, pero todavía no obtiene la unanimidad de la comunidad internacional. Entre 1991 y 1994 los lingüistas Terrence Kaufman y John Justeson llevaron a cabo un trabajo de desciframiento que les llevó a identificar la lengua de las inscripciones olmecas como una lengua mixe-zoque, en particular una lengua antecesora del proto-zoque y por tanto emparentada algo más distantemente con el proto-mixe. Este desciframiento muestra que los glifos son de hecho parte de un silabario.

Arte olmeca

El arte olmeca era muy complejo y se poseen muchos objetos que aún se están investigando. Los más importantes y conocidos son las Cabezas colosales olmecas que son un ejemplo de escultura monumental y una de sus mejores representaciones artísticas. Se cree que pueden representar a guerreros o a jefes. Se conocen 17 ejemplares, la mayoría de ellos repartidos entre el Museo de Antropología de Xalapa y el Parque Museo La Venta.

Una característica llamativa de estas cabezas colosales es la marcada apariencia negroide, lo que ha llevado a diferentes conjeturas. Se han lanzado diversas hipótesis, después rechazadas, que sugieren algunos contactos interoceánicos en tiempos antiguos. Las nueve primeras cabezas que se encontraron —estaban en San Lorenzo, pero se trasladaron a La Venta— fue donde fueron enterradas. Se cree que podrían representar cabezas de sus dioses —de ahí el enterramiento— o de jefes, que se enterraron cuando éstos murieron. Se cree que podrían tener rasgos idealizados, felinos, y de ahí ese aspecto. También se cree que son guerreros, y no dioses, por los cascos que llevan. Fueron esculpidas en basalto traído desde lejanos lugares. Pesan varias toneladas y algunas miden hasta cuatro metros de altura.

Economía

La economía de los olmecas estaba basada en los productos agrícolas, con los que comerciaban, tanto entre ellos como con otros pueblos vecinos, sobre todo con los pueblos nómadas, o con pueblos tan alejados geográficamente de ellos como pueden ser pueblos del país de Guatemala o de México central. Principalmente fue el cultivo del maíz, además del frijol, calabaza, cacao, etc. Además de que estos formaban parte de su dieta y se incluían la carne de pescado, tortugas, venados y perros domesticados. El comercio se basó en lugares apartados como Guerrero, el valle de México, Oaxaca y la zona Maya.

El luchador escultura olmeca
Los Olmecas llevaban y traían diferentes mercancías para intercambiar con los demás grupos mesoamericanos, entre ellos el hule de Tabasco y Veracruz.

Estas influencias no son especulaciones, sino que hoy en día tenemos conocimiento de las mismas, por los hallazgos encontrados en los restos arqueológicos de las distintas culturas, apareciendo en los mismos motivos típicos de la civilización olmeca. La cual tuvo como base la agricultura llamada de Roza, que consistía en tomar una superficie y tomarla para sembrar de manera semiuniforme. Las buenas cosechas que obtenían en los márgenes de los ríos; además practicaban la caza, la pesca y la recolección. Por la ubicación de esta cultura la cual era muy húmeda y llena de pantanos, era muy favorable para la agricultura, ya que las lluvias abundantes permitían la crecida de los ríos, los cuales fertilizaban las tierras.

Establecieron rutas de comercio y así obtuvieron materias primas de gran valor, como el jade, el cristal de roca, la obsidiana y la magnetita; los que transformaron en deslumbrantes máscaras, figurillas con sus características deformaciones, ornamentos y espejos.

Por lo tanto podemos deducir que los olmecas fueron una civilización que sobrevivía gracias a la agricultura como una base de economía muy importante.



J.M.S.

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Juegos Panhelénicos

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Juegos Panhelénicos

Juegos Panhelénicos es el término que recibe el conjunto de cuatro contiendas diferentes que eran celebradas en la antigua Grecia. Estos cuatro juegos eran los Juegos Olímpicos, los Juegos Píticos, los Juegos Nemeos y los Juegos Ístmicos.

Los Juegos Olímpicos eran los más importantes y prestigiosos, celebrados cada cuatro años cerca de Elis, en honor a Zeus. Los Juegos Píticos también eran celebrados cada cuatro años cerca de Delfos, en honor a Apolo. Los Juegos Nemeos, cada dos años, se celebraban en honor a Zeus en Nemea, aunque en determinadas épocas pasaron a ser realizados en Argos. Los Juegos Ístmicos, en honor a Poseidón, se celebraban en Corinto cada dos años.

Los Juegos eran celebrados cada ciclo de cuatro años conocido como Olimpiada, que era una de las medidas de tiempo de la antigua Grecia. En este ciclo, los primeros en celebrarse eran los Juegos Olímpicos que se efectuaban en el primer año; durante el segundo año se celebraban los Juegos Nemeos y los Juegos Ístmicos (en meses diferentes); durante el tercer año acontecían los Juegos Píticos; y en el cuarto año eran nuevamente celebrados los Juegos Nemeos y los Juegos Ístmicos. Después el ciclo se volvía a repetir comenzando nuevamente con los Juegos Olímpicos. Así, los Juegos estaban organizados de forma que un atleta pudiese participar en todos ellos.

Los participantes podían proceder de todo el mundo griego, incluyendo las colonias griegas que se extendían desde Anatolia hasta el Mediterráneo occidental. Sin embargo, los participantes probablemente tenían que ser bastante ricos para poder pagar el entrenamiento, el transporte, el alojamiento y otros costos. Además, no se permitía la participación a las mujeres ni a los no griegos excepto en excepciones muy ocasionales, como con Nerón.

Los principales acontecimientos de cada uno de los juegos fueron las carreras de carros, la lucha olímpica, el boxeo, el pancracio, el stadion junto a otras carreras a pie, y el pentatlón (compuesto por la lucha, el stadion, el salto de longitud, el lanzamiento de jabalina y el lanzamiento de disco). A excepción de las carreras de carros, en el resto de acontecimientos los participantes iban desnudos.

La historia escrita de los Juegos Olímpicos se remonta al 776 a. C., pero realmente se fundó varios siglos antes. Los otros tres juegos se fundaron en el siglo VI a. C.


JMS

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Prehistoria de África

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Prehistoria de África

África es la cuna de la humanidad y es en la actualidad el continente en el que más poblaciones siguen utilizando tecnologías prehistóricas. Resulta fácil concluir que la prehistoria de África es la más larga y compleja de todo el globo. Pero esto no siempre fue visto así, ya que durante el siglo XIX y hasta mediados del XX se adjudicaba a Asia nuestro origen. Esta teoría era la consecuencia de que los fósiles de homininos más antiguos con los que se contaba entonces procedían de allí: el Hombre de Java y el de Pekín. Tal visión cambió radicalmente con los trabajos realizados en el África austral y oriental, y publicados a partir de los años cincuenta del siglo XX, que remontaron la antigüedad de los fósiles africanos (de Australopithecus y Homo) a cuatro millones de años atrás.

África subsahariana

En el África subsahariana nacieron y evolucionaron buena parte de las especies de homininos antepasados nuestros. De allí salió Homo ergaster para colonizar Asia y Europa, Homo antecessor hacia la península ibérica y, finalmente, Homo sapiens para dominar todo el mundo.​ Posteriormente, el corazón del continente vio como florecieron importantes culturas que fueron decayendo, unas por su propia dinámica interna y, otras por la continua sangría provocada por la explotación colonial y/o esclavista iniciada en tiempos de los cartagineses, y perpetuada por los romanos, los árabes y los europeos (estos últimos a partir de la Edad Moderna).

Paleolítico del África subsahariana

En África subsahariana para el Paleolítico suele utilizarse la periodización anglosajona, aunque ésta obvia toda la fase de desarrollo correspondiente al género Australopithecus:

  - ESA (Early Stone Age o Edad de Piedra temprana) se refiere al periodo comprendido desde la aparición del primer miembro del género Homo, hace más de dos millones y medio de años, hasta hace unos 200 000. Se divide en dos etapas tecnológicas: olduvayense o modo técnico 1 y achelense o modo técnico 2.
La garganta de Olduvai
La industria olduvayense es la más antigua del mundo. Aunque recibe su nombre del yacimiento epónimo de Olduvai, en Tanzania, los hallazgos más antiguos aparecen más al norte, en Etiopía, concretamente en la cuenca del río Omo, donde la investigadora francesa Hélène Roche ha datado herramientas talladas en el arroyo de Kada Gona (Afar), por medio del potasio-argón, en 2,6 millones de años de antigüedad. La olduvayense es una industria compuesta, fundamentalmente, por cantos tallados y lascas. Se atribuye normalmente al Homo habilis o al Homo rudolfensis, aunque según ciertos investigadores las especies más inteligentes de Australopithecus (por ejemplo el Australopithecus garhi) también pudieron elaborar herramientas, lo cual plantea numerosas controversias.

La industria achelense apareció hace 1,5 millones de años, al parecer ligada a una nueva especie humana, probablemente Homo ergaster, aunque existe un cierto hiato evolutivo en cuanto a los fósiles de este periodo. El Achelense africano, sin duda el originario, se caracteriza por el empleo del bifaz, el hendidor, el canto tallado, la raedera, los denticulados y una serie de técnicas y métodos de talla relativamente avanzados (método Levallois y sus variantes africanas, que son muchas más que las europeas).

  - MSA (Middle Stone Age o Edad de la Piedra intermedia), es el periodo que va desde hace 200 000 años hasta hace 30 000. Se desarrollaron industrias muy parecidas entre ellas, para las que se han establecido numerosas variantes regionales basadas, sobre todo, en la influencia de la materia prima local, que parece condicionar la tecnología y la tipología lítica.

En el África oriental y austral (Pietersburg y Bambata) destaca el Stillbayense, que se extiende por el sur de África hasta Rodesia y la zona oriental. Se caracteriza por las raederas, las puntas triangulares, las puntas foliáceas bifaciales y las lascas laminares. Otra industria propia de las llanuras de Sudáfrica es el Fauresmithiense, que tiene un fuerte componente Levallois y piezas de tradición achelense (bifaces, hendidores...), pero de pequeño tamaño. Las industrias de África central son más arcaicas, como el Sangoense, que parece un Achelense tardío. Es difícil atribuir grupos humanos a cada una de esas industrias; quizás las más arcaicas correspondan a Homo rhodesiensis y las más evolucionadas a los primeros Homo sapiens (tal vez a Homo sapiens idaltu u otra subespecie, cuyos restos se documentan en los yacimientos de Border Cave y Klaisies River Mouth, Sudáfrica, y en Herto, Etiopía).

  - LSA (Late Stone Age o Edad de Piedra tardía) es el último periodo del Paleolítico del África subsahariana. Las industrias típicas del África oriental son núcleos discoides, piezas foliáceas bifaciales y microlitos geométricos. En África central tenemos el Lupembiense, cuyos artefactos más característicos son unos espesos picos foliáceos finamente retocados. En el sur de África encontramos la cultura aparentemente más sofisticada, el Wiltoniense, de características microlíticas y laminares que fue extendiéndose hacia el norte y perduró hasta épocas históricas, incorporando numerosas innovaciones (llegando incluso, a neolitizarse parcialmente). Por último, en el Sahel hay industrias emparentadas con el periodo anterior y con rasgos protoneolíticos, como ocurre con el Gumbiense de Etiopía (un pueblo de pastores nómadas que conocían la cerámica). En muchos de estos lugares tales tecnologías se mantuvieron sin apenas evolución hasta la expansión bantú o hasta la colonización europea (por ejemplo, la cultura Gwisho).

Edad de los Metales en el África subsahariana

La metalurgia en la región subsahariana no pasó por las clásicas fases del Viejo Mundo (cobre, bronce y hierro), apareciendo solo evidencias de fundición del hierro y en unas fechas muy tempranas respecto a Europa. Hasta mediados de los años setenta del siglo XX se relacionaba la expansión lingüística del grupo bantú por África central y austral (a partir del siglo V a. C. y a costa de, sobre todo, las lenguas joisanas) con la del metal. Pero los datos arqueológicos posteriores han desmentido este modelo de tradición colonialista. Así, las dataciones más antiguas relacionadas con artefactos férreos se sitúan hacia el 1800 a. C. en lo que actualmente es el desierto de Níger. Sobre el 1300 a. C. para algunos puntos de África oriental, el 900 a. C. en el área del Congo y el 500 a. C. en Zambia y Zimbabue.

Escultura nigeriana del siglo XVI
El proceso lingüístico bantú está todavía lejos de ser bien comprendido y los estudiosos sostienen diversas teorías acerca de su génesis y desarrollo.​ Puede que los Nok de Nigeria, que vivían en los valles de los ríos Níger y Benué, y eran capaces de fundir y forjar el hierro hace 2500 años estén relacionados con el origen de los bantúes, aunque no hay pruebas.

Aunque la mayoría de los grandes reinos de África centro-occidental mantuvieron fuertes lazos de dependencia comercial con las áreas islámicas, ya históricas, del norte, sus fuentes narrativas siguieron estando basadas en las tradiciones orales. Tenemos noticias de ellos gracias a los viajeros y misioneros musulmanes que alcanzaron el centro del continente y dejaron constancia en sus escritos. Ese fue el caso de un geógrafo que describió en el siglo VIII el Imperio de Ghana. Los registros orales fueron puestos por escrito en árabe gracias a historiadores de Tombuctú, que durante el siglo XVII recogieron tradiciones que se remontaban a los siglos XIII-XIV, relacionadas con el Imperio de Malí. En cambio, del Imperio Monomotapa, que floreció entre los siglos XI y XV gracias a los contactos comerciales con los musulmanes asentados en la costa del Índico, no hay documentos escritos hasta la llegada de los portugueses.

Noroeste de África

El África mediterránea tuvo, durante la Edad de Piedra, una periodización equivalente a la europea, Paleolítico y Neolítico. Después, la influencia de la civilización egipcia y la llegada de colonizadores fenicios aceleraron el ritmo evolutivo respecto a Europa.

Edad de Piedra en el norte de África

  - El Paleolítico inferior y medio están bien representados desde fechas muy remotas. Así, hay numerosas evidencias del olduvayense y del achelense (más en el Magreb que en la zona del Nilo), pudiéndose añadir a las industrias líticas diversos tipos de restos humanos (la mandíbula de Ternifine, en Argelia, que podría ser atribuida a Homo heidelbergensis o el cráneo de Jebel Irhoud, en Marruecos, de aspecto neandertaloide). Durante este periodo existe similitud entre los grupos norteafricanos y los de Europa occidental.

  - La cultura ateriense parece romper esa tendencia y separa la evolución técnico-cultural (especialmente en la zona del Sáhara) de la de sus vecinos. Aunque es similar al musteriense (modo técnico 3) en algunas de sus técnicas líticas, tiene sus propias particularidades que lo diferencian de aquel, como serían la costumbre de elaborar utensilios pedunculados o una cronología que no podría ubicarse en las fases de la prehistoria europea (48 000 a. C.-30 000 a. C., aunque haya constancia de su pervivencia durante al menos diez mil años más).

  - La cultura capsiense es otro grupo cultural de origen claramente magrebí.​ Sus comienzos se sitúan hacia el 8000 a. C., dentro del Epipaleolítico local. Destaca por la abundancia de materiales, entre los cuales se encuentran útiles laminares y microlíticos (los hay foliáceos de bella factura), junto a las características botellas fabricadas en huevos de avestruz y los abundantes concheros. La caza, la recolección y el marisqueo debieron ser las fuentes principales de sustento. Hacia el quinto milenio se convirtieron en semisedentarios, adoptando la ganadería (complementada con una agricultura muy rudimentaria) y utilizando la cerámica. Por todo ello, en esta fase final se habla de un Neolítico de tradición capsiense.

Figurilla protodinástica de Maadi
  - El Neolítico de la zona del Nilo es particularmente avanzado, con dos focos principales situados respectivamente en el Delta (Merimdé), y en el alto Egipto (el Badariense). Aunque ambas tienen sus propias particularidades y diferencias, comparten ciertos rasgos que permiten sostener que existían relaciones entre ellas. Tenían grandes asentamientos completamente sedentarios, cuya economía se basaba en la agricultura y la ganadería. Sus cabañas, hechas con barro, ramas y cañas, contienen hogares, silos para el grano e incluso inhumaciones en fosa con ajuar. La cerámica es variada, mostrando modelos monocromos y otros pintados, y el resto de la cultura material es muy rica: hay cuchillos de sílex con una talla primorosa (tal vez ceremoniales), paletas de esquisto para la mezcla de pigmentos, productos para la confección de tejidos, puntas de flecha, ornamentos en piedras semipreciosas (a menudo importadas), estatuillas de animales y de personas, y (en la etapa final) piezas de cobre. Estos grupos culturales se inscriben en el llamado periodo predinástico de Egipto y son considerados como la etapa previa a la entrada de Egipto en la Historia.

El metal y la entrada en la Historia del norte de África

  - El Nilo: La eclosión de la civilización egipcia se inició ya en el IV milenio a. C. con el surgimiento de numerosas ciudades, los primeros jeroglíficos y la aparición de dos grandes estados (el Alto y el Bajo Egipto) en el periodo llamado Protodinástico. Estos estados acabaron siendo unificados por el primer faraón, el rey Narmer, aproximadamente en el 3150 a. C. De este modo, la zona oriental de África entró muy tempranamente en la Historia y, además, se convirtió en un foco de irradiación cultural que no solo afectó al Mediterráneo, sino también a gran parte del continente africano.

  El Magreb, en cambio es un caso muy diferente.​ Mientras que durante el segundo milenio antes de nuestra era buena parte del Mediterráneo comenzaba a ser recorrido por navegantes a la búsqueda de materias primas como el cobre y el oro, el Magreb quedaba al margen de este flujo de contactos e intercambios económico-culturales. La etnia bereber, de la que se desconoce su procedencia (aunque los estudiosos creen que su lengua es de orígenes afroasiáticos), era predominante en la región. La primera noticia de este grupo humano procede de textos egipcios datados en el 2300 a. C., donde se les denomina «téhménow»; posteriormente los citaron en el año 1227 a. C. cuando parece que atacaron el Delta, pero esta vez ya se les denominó libou, es decir, libios. Desde entonces los textos clásicos se refirieron a los indígenas del Magreb como pueblos líbicos. Sus restos funerarios se componen de cistas bajo túmulo, dólmenes (mucho más tardíos que los del occidente europeo) y, en los momentos finales, unos pequeños hipogeos llamados haouanets (por ejemplo, los de Debbabsa, en Túnez).

Desde finales del segundo milenio a.C. se cree que los fenicios frecuentaban las costas del Magreb, fundando las primeras factorías en torno al 1100 a. C. Éstas fueron Útica (cerca de Bizerta) y Oea (en los alrededores de Trípoli), aunque la más importante fue, sin duda, Cartago, en el 814 a. C. La influencia ejercida por los cartagineses se plasmó en la aparición, a partir del siglo V a. C., de las primeras monarquías indígenas en la propia Cirenaica (los colonos griegos hablan del rey Battus, fundador de la dinastía de los Batíadas), en Ghana y en Numidia (donde uno de sus reyes, Masinisa, se hizo legendario por sus cambios de bando en la Tercera Guerra Púnica). Asimismo, los púnicos introdujeron también mejoras agropecuarias, el hierro, el torno de alfarero, la acuñación de moneda y, finalmente, propiciaron la invención de un tipo propio de escritura: el «alfabeto líbico» o tifinagh, que, ha sobrevivido hasta la actualidad entre ciertas tribus de tuaregs.



JMS



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Yáhuar Huácac (Biografía)

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Yáhuar Huácac

Yáhuar Huácac (Yawar Waqaq) (quechua: el que llora sangre), de nacimiento Tito Cusi Hualpa, fue el séptimo gobernante del Curacazgo del Cuzco y segundo registrado en llevar el título de inca.

Fue secuestrado por los ayamarcas cuando era niño. Durante su cautiverio, el gobernante ayamarco ordenó su ejecución. Pero el gobernador ayamarco se compadeció de él. Un año más tarde fue liberado y gobernó por poco tiempo.

Origen

Inca Roca tomó como esposa principal a Mama Micay, ambos engendraron a Tito Cusi Hualpa quién más tarde pasaría a ser llamado Yahuar Huácac. Mama Micay, que pertenecía a la etnia de Huallacanes, fue ofrecida al Tocay Capac, sinchi de los Ayarmacas, pero luego cambiaron de parecer y se la entregaron a Yahuar Huacac. El Tocay Capac lo consideró una afrenta y logró secuestrar al hijo menor del Inca en complicidad con los Huallacanes. Aunque Tocay Capac planeó su ejecución, según la leyenda el príncipe empezó a llorar sangre, lo que asustó a sus captores. Tras ser rescatado, pasó a ser conocido como Yawar Waqaq, "el que llora sangre".
Yáhuar Huácac
Vuelto al Cusco co-reinó al lado de su padre, saldándose las enemistades debido al matrimonio del príncipe con Mama Chiquia, hija de Tomay Capac, el cual, a su vez, desposó a Curi Ocllo, parienta de Yahuar Huacac.

Gobierno

Reprimió las rebeliones curacas de Muyna y Pinahua, ganando después ciertas tierras a los Condesuyos.

Siguiendo el ejemplo de su padre, Yahuar Huácac unió a su gobierno al segundo hijo de la coya llamado Pahuac Gualpa Mayta, pero el príncipe murió poco después, víctima de las intrigas de una mujer del Inca que deseaba ver a su propio hijo de corregente.

Yahuar Huácac murió sin elegir a su sucesor.



JMS

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Vacceos

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Vacceos

Los vacceos (vaccei) o vaccayos (vaccaei) fueron un pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero (España), a lo largo y ancho de una superficie de unos 45 000 km², zona a la que se le dio el nombre de Región Vaccea. Su existencia está probada al menos desde el siglo III a. C. Polibio relata —aunque él no fue testigo directo— la toma por Aníbal, en 220 a. C. de las ciudades vacceas de Helmántica (Salamanca) y Arbucala (Toro, Zamora).

En el año 178 a. C. el pretor Lucius Postumius Albinus celebra su triunfo tras la conquista de los vacceos y lusitanos durante su mandato en la provincia de Hispania Ulterior. Aun así se tardó en pacificar el territorio definitivamente. Los vacceos fueron sometidos en una serie de campañas entre los años 73 y 56 a. C. dirigidas por Pompeyo Magno y Quinto Cecilio Metelo Pío, y entraron a formar parte de la Hispania Citerior. Pero siguió habiendo conflictos con los vacceos, que no acaban definitivamente hasta la guerra del 29 a. C., cuando los romanos inician la campaña que dio lugar a las guerras cántabras y la romanización total de la península Ibérica.

Orígenes y pertenencia étnica

Los vacceos están habitualmente considerados dentro del grupo de los celtas peninsulares y su origen hay que buscarlo en los pueblos centroeuropeos que desarrollaron la cultura de Hallstatt. Practicaban una agricultura de tipo colectivista​ y ganadería trashumante. En aquella época la comarca ya era definida por las crónicas como una región "libre y descubierta" y "un país abierto, de trigales, tierra desarbolada".

Hace unos años se hablaba de ellos como un pueblo de origen celta, perteneciente al grupo de los belóvacos,​ quienes habrían partido desde el norte de Europa en torno al año 600 a. C. junto a otros pueblos del grupo celta de los belgas, a consecuencia de las presiones ejercidas por los pueblos germanos, alcanzando las tierras del interior peninsular en la primera mitad del siglo VI a. C., junto a otros pueblos como los arévacos (nombre que no significa otra cosa que "vacceos orientales").

Cajitas-salero zoomorfas de la necrópolis de Las Ruedas
Uno de los rasgos más destacados de la organización socioeconómica de los vacceos era la existencia de una importante actividad agrícola cerealista (donde se cultivó fundamentalmente el trigo y la cebada), basada en un régimen de propiedad colectiva. Su producción era de tal magnitud, que numantinos y arévacos dependían de los vacceos para aprovisionarse del cereal. Y esta dependencia era tal, que Escipión Emiliano, cuando sitió Numancia entre 134 y 133 a. C. saqueó las cosechas de los vacceos para impedir de cualquier forma el aprovisionamiento de Numancia, pues eran los vacceos, quienes según Apiano, suministraban grano a los numantinos. Esta tradición cerealista ya proviene de la primera Edad del Hierro, por lo cual en época de la guerra numantina estaba muy arraigada en tierras vacceas. Esta actividad cerealista se testimonia en los poblados de la facies cultural de Soto de Medinilla. Pero no era la actividad agrícola cerealista la única actividad económica del pueblo vacceo, pues era un complemento de la actividad principal, la ganadera, como en el resto de las poblaciones de la Meseta norte, aunque en el caso vacceo, el complemento agrícola era de mayor importancia​ que en el resto de los pueblos vecinos.

Respecto al sistema colectivista agrario, Diodoro de Sicilia escribe lo siguiente: el más avanzado de entre los pueblos vecinos a éstos (los Celtíberos), es el conjunto de los llamados Vacceos: pues éstos, cada año, distribuyen la tierra arable a los labradores, y poniendo en común sus frutos, entregaban a cada uno su parte, y a los labradores que se apropiaban de alguna parte para ellos mismos, daban la muerte como castigo.

Este sistema agrícola hizo que la sociedad vaccea se viese libre del mal endémico del momento, el bandolerismo que alcanzó altas cotas entre sus vecinos, siendo los vacceos objeto preferido de razzias y correrías. Lo que nos pone de relieve la excepcionalidad del pueblo vacceo dentro del conjunto de los pueblos prerromanos de la meseta durante la edad del hierro.

Elementos culturales


Espada tipo Miraveche


En el estudio de los yacimientos se encuentran elementos propios de la cultura vaccea sobre los restos de culturas anteriores (como en el caso del Soto de Medinilla, en Valladolid), donde existen evidencias de poblamiento desde el Neolítico hasta la II Edad de Hierro, (es decir, el periodo vacceo), lo que permite estudiar con cierto detalle la evolución de los grupos humanos de esta zona de la meseta, dando paso a la teoría evolutiva de esta civilización.

La valoración de los aspectos culturales relacionados con el sur de España, apenas tenidos en cuenta en las primeras investigaciones, así como los datos que aportan los estudios realizados sobre la ruta interior del estaño, han posibilitado a partir de 1970 avanzar notablemente en el conocimiento de la formación de la civilización vaccea. Actualmente parece probada la existencia de una vía terrestre para el comercio del estaño en la época de apogeo de la civilización de Tartessos. Esta vía coincidiría con la que posteriormente sería utilizada por la Antigua Roma y conocida como Vía de la Plata. El tránsito durante siglos de esta vía puso en contacto a los pueblos del interior con los más evolucionados del sur de España.
    
Sus viviendas estaban generalmente construidas con adobes revocados con un manteado de barro, comprendían planta rectangular, donde se encontraba la estancia principal, con bancos corridos adosados a las paredes.     

Guerreros

En cuanto a armamento y vestimenta, Diodoro de Sicilia, por la descripción de Posidonio, nos cuenta lo siguiente: Muéstranse en la guerra no sólo buenos jinetes, sino también infantes excelentes por su empuje y su resistencia. Llevan capas negras y ásperas, de una lana parecida a la de las cabras salvajes. Algunos de los celtíberos se arman con escudos galos, otros, en cambio, llevan grandes escudos redondos del tamaño del aspis griego. En sus piernas y espinillas trenzan bandas de pelo, y cubren sus cabezas con cascos de bronce adornados con crestas de color escarlata. Usan también espadas de dos filos, forjadas con excelente hierro, y puñales de un palmo de longitud, de los cuales se sirven en los combates cuerpo a cuerpo. (…) Y como combaten a pie y a caballo, cuando han vencido luchando a caballo se apean y, adoptando la formación de la infantería, dan combates singulares.

Algunas ciudades como Intercatia pasaron a la historia por su encarnizada resistencia ante el ataque de las legiones de Roma.

Área geográfica

Aréa geografica
Los vacceos ( < vaccei) o vaccayos (< vaccaei) fueron un pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero (España), a lo largo y ancho de una superficie de unos 45 000 km², zona a la que se le dio el nombre de Región Vaccea.​ Su existencia está probada al menos desde el siglo III a. C. Polibio relata —aunque él no fue testigo directo— la toma por Aníbal, en 220 a. C.de las ciudades vacceas de Helmántica (Salamanca) y Arbucala (Toro).

En el año 178 a. C. el pretor Lucius Postumius Albinus celebra su triunfo tras la conquista de los vacceos y lusitanos durante su mandato en la provincia de Hispania Ulterior. Aun así se tardó en pacificar el territorio definitivamente. Los vacceos fueron sometidos en una serie de campañas entre los años 73 y 56 a. C. dirigidas por Pompeyo Magno y Quinto Cecilio Metelo Pío, y entraron a formar parte de la Hispania Citerior. Pero siguió habiendo conflictos con los vacceos, que no acaban definitivamente hasta la guerra del 29 a. C., cuando los romanos inician la campaña que dio lugar a las guerras cántabras y la romanización total de la península Ibérica.



Fuentes: Wikipedia y National Geographic
Fotos: Wikipedia y Nationa Geographic


J.M.S.
                                                                                                                         

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Anatolia

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Anatolia

Anatolia (del griego Aνατολή Anatolḗ, 'oriente, levante'; actualmente Anadolu en turco), llamada también Asia Menor, es una península, ocupada actualmente por la parte asiática de Turquía. Limita al norte con el mar Negro, al este con las cadenas montañosas del Tauro y los montes Antitauro, al sur con el mar Mediterráneo y al oeste con el mar Egeo y el mar de Mármara. El estrecho de Bósforo y el estrecho de los Dardanelos la separan de Europa.

En la Antigua Grecia se conocía como Asia a la parte occidental de la península, extendiéndose posteriormente el nombre a todo el continente, por lo que la península fue llamada Asia Menor.

Por ser Anatolia una región montañosa, ha sido históricamente reducto militar sucesivo de varios pueblos. Entre otros, del Imperio hitita, Arzawa, la Liga Assuwa, Troya, Éfeso, Pérgamo, Frigia, Lidia, Licia, Bitinia, Paflagonia, el Ponto, Galacia, Capadocia y Comagene, la provincia romana de Asia, el Reino Armenio de Cilicia, el Imperio bizantino, Imperio selyúcida y el Imperio otomano; también pueblos griegos, armenios, turcos, asirios, árabes, judíos, entre otros, han sido pueblos que han ocupado la región.

Definición

La península de Anatolia, también llamada Asia Menor, está limitada por el mar Negro, al norte; por el mar Mediterráneo, al sur; por el mar Egeo, al oeste; y por el mar de Mármara hacia el noroeste, que separa Anatolia de Tracia en Europa.
Foto satelital de Anatolia
Tradicionalmente, Anatolia se considera que extiende en el este hasta una línea indefinida que va desde el golfo de İskenderun hasta el mar Negro, colindante con la meseta de Anatolia. Se utiliza esta definición geográfica tradicional, por ejemplo, en la última edición del Diccionario Geográfico de Merriam-Webster, así como en la comunidad arqueológica. En virtud de esta definición, Anatolia está limitada en el Este por el Altiplano Armenio y el río Eufrates, antes de que el río vire hacia el sureste para entrar en Mesopotamia.​En el sureste, está limitada por las cordilleras que la separan del valle de Orontes, en Siria (región) y la llanura mesopotámica.

Sin embargo, tras el establecimiento de la República de Turquía, Anatolia fue definida por el Gobierno turco como efectivamente colindante con la Turquía asiática. En 1941, el Primer Congreso de Geografía de Turquía creó dos regiones al este de la línea del golfo de Iskenderun-mar Negro llamándolas región de Anatolia Oriental y región de Anatolia Suroriental, la primera corresponde en gran medida con la parte occidental del Altiplano Armenio, y la última con la parte norte de la llanura mesopotámica. Esta definición más amplia de Anatolia ha conseguido una aceptación generalizada fuera de Turquía y, por ejemplo, ha sido adoptada por la Encyclopædia Britannica y otras enciclopedias y publicaciones de referencia general.

Etimología

La referencia más antigua conocida de Anatolia —como «Tierra de los Hititas»— fue encontrada en las tablillas cuneiformes de Mesopotamia de la época del Imperio acadio (2350-2150 a. C). El primer nombre que los griegos usaron para la península de Anatolia fue Ἀσία (Asía), presumiblemente a partir del nombre de la liga Assuwaen Anatolia occidental. Cuando el nombre de Asia llegó a extenderse en la Antigüedad tardía a otras áreas al este del Mediterráneo, el nombre de Anatolia se especificó como Μικρὰ Ἀσία (Mikrá Asía) o Asia Menor.

El nombre Anatolia deriva del griego ἀνατολή (anatolḗ) que significa «el Este» o más literalmente, «amanecer», comparable a los términos derivados latinos «levante» y «oriente»​ La referencia precisa de este término ha variado con el tiempo, tal vez originalmente se refería a las colonias eolias, jónicas y dóricas en la costa oeste de Asia Menor. En el Imperio Bizantino, el Thema Anatólico (Aνατολικόν θέμα) fue un thema que abarca la parte occidental y central de la actual Región de Anatolia Central.​ La forma turca moderna de Anatolia es Anadolu, que deriva de nuevo del nombre griego Aνατολή (Anatolḗ). El nombre masculino ruso Anatoly y el francés Anatole comparten el mismo origen lingüístico.

En inglés el nombre de Turquía de la antigua Anatolia apareció por primera vez hacia 1369. Se deriva del latín medieval Turchia (que significa "Tierra de los turcos", turco Türkiye)), que fue utilizado originalmente por los europeos para definir las partes Anatolia controladas de los selyúcidas después de la Batalla de Manzikert.

Geografía

Mapa topográfico de Turquía
El terreno de Anatolia es geográficamente complejo. Un macizo central compuesto por zonas elevadas y otras hundidas, cubierto por depósitos recientes y dando la apariencia de una meseta de terreno áspero, se encuentra entre dos cordilleras plegadas que convergen hacia el este. La zonas de tierras bajas se reducen a unas franjas costeras estrechas a lo largo del mar Negro y costas de mar Mediterráneo. Es rara la zona de tierras llanas o suavemente inclinadas, confinadas a los deltas del río de Kizil, las llanuras costeras de Çukurova, y los valles del río Gediz y del río Büyük Menderes, y algunas llanuras altas interiores, principalmente alrededor de Tuz Gölü (el lago de Sal) y Konya Ovası (la llanura de Konya).

Historia

Origen y antigüedad

Anatolia ha visto desarrollarse varias culturas desde la prehistoria. Entre los yacimientos del Neolítico destacan Çatal Hüyük, Cayönü, Nevali Cori, Hacilar, Göbekli Tepe y Mersin. La ocupación del yacimiento mítico de la Troya, ubicado al oeste de Anatolia, también se inició durante el Neolítico.

Entre las civilizaciones y los pueblos que se asentaron o conquistaron Anatolia cabe mencionar: los hititas, los frigios, los cimerios, los persas, los gálatas, los celtas, los griegos. los romanos, los armenios, los godos, el Imperio bizantino y el otomano.

En esta península ocurrió la famosa guerra de Troya, en la que según la leyenda una unión de griegos dirigidos por Agamenón venció a los troyanos dirigidos por Héctor.

El este de Anatolia contiene las más antiguas estructuras monumentales del mundo.​ Por ejemplo, las estructuras monumentales de Göbekli Tepe fueron construidas por cazadores y recolectores mil años antes del desarrollo de la agricultura. Esta parte de Anatolia es una región del corazón de la revolución neolítica, una de las primeras áreas en las que los humanos domesticaron plantas y animales. Sitios neolíticos como Çatalhöyük, Çayönü, Cori Nevali y Hacilar representan parte de los pueblos agricultores más antiguos del mundo conocidos. Los primeros registros históricos de Anatolia son del Imperio acadio con Sargón en el siglo XXIV antes de Cristo. La región era famosa por exportación de diversas materias primas. El Imperio asirio comerció con estos recursos, especialmente con plata. Uno de los registros cuneiformes asirios encontrados en Anatolia, en Kanesh, utiliza un avanzado sistema de cálculos comerciales.

A diferencia de los acadios y los asirios, cuyas posesiones en Anatolia fueron periféricas respecto a sus tierras centrales en Mesopotamia, los hititas se centraron en Hattusa en el noroeste de Anatolia central. Ellos fueron los hablantes de una lengua indoeuropea conocida como la "lengua de Nesa". Originarios de Nesa, conquistaron Hattusa en el siglo XVIII antes de Cristo, imponiéndose en una población de habla hurrita. Durante la Edad del Bronce, crearon un imperio, el Imperio Nuevo hitita, que alcanzó su apogeo en el siglo XIV antes de Cristo. El imperio abarcaba gran parte de Anatolia, al noroeste de Siria y Mesopotamia superior. Después del 1180 a. C., el imperio se desintegró en varios estados independientes neohititas. La Antigua Anatolia es subdividida por los estudiosos modernos en diversas regiones como Lidia, Licia, Caria, Misia, Bitinia, Frigia, Galacia, Licaonia, Pisidia, Paflagonia, Cilicia y Capadocia.

A partir del colapso del final de la Edad del Bronce, la costa occidental de Anatolia fue poblada por griegos jónicos. Durante varios siglos, numerosas ciudades-estado griegas se establecieron en las costas de Anatolia. Los griegos iniciaron la filosofía occidental en la costa occidental de Anatolia (la filosofía presocrática). En el siglo VI antes de Cristo, la mayor parte de Anatolia fue conquistada por el Imperio aqueménida. En el siglo IV a. C., Alejandro Magno conquistó la península. Después de su muerte y la disolución de su imperio, Anatolia quedó gobernada por una serie de reinos helenísticos. Doscientos años más tarde, el oeste y centro de Anatolia estuvo bajo control romano, pero continuó siendo fuertemente influenciada por la cultura helenista. En el siglo I antes de Cristo, los armenios establecieron el reino armenio en Tigran, que reinó durante gran parte del este de Anatolia entre el mar Caspio, el Negro y el Mediterráneo.

Anatolia es conocida como la cuna de la moneda como medio de cambio (en algún momento del siglo XVII a. C.), que floreció durante la épocas griega y romana.

Periodos medieval y renacentista

Mapa de Asia Menor de 1907
Después de la división del Imperio romano, Anatolia se convirtió en parte del Imperio romano oriental, o Imperio bizantino. El control bizantino fue desafiado por las incursiones árabes desde el siglo VII, pero en el siglo IX y X en un resurgimiento del Imperio bizantino, este recupera sus territorios perdidos e incluso se expandió más allá de sus fronteras tradicionales, en Armenia y Siria. Después de la batalla de Manzikert en 1071, los turcos selyúcidas avanzaron a través de Anatolia y quedando casi conquistada en 1080.

La lengua turca y religión islámica se introdujeron gradualmente como resultado de la conquista selyúcida. Este período marcó el comienzo de la lenta transición de Anatolia de mayoría cristiana y griega de habla, a ser de mayoría musulmana y de habla turca. En el siglo siguiente, los bizantinos lograron reafirmar su control en el oeste y el norte de Anatolia. El control de Anatolia se dividió entre el Imperio bizantino y el sultanato selyúcida de Rum, con los territorios bizantinos reduciéndose gradualmente.

En 1255, los mongoles se extendieron por el centro y el este de Anatolia, y permanecerían hasta 1335. La guarnición del Iljanato se estacionó cerca de Ankara.

A finales del siglo XIV, la mayor parte de Anatolia estuvo controlada por los Beylicatos de Anatolia. Los Beyliks turcomanos estaban bajo el control de los mongoles, al menos nominalmente, durante la decadencia de los sultanes selyúcidas. Los Beyliks no acuñaron monedas con los nombres de sus propios líderes mientras permanecieron bajo la soberanía del Iljanato. Osman fue el primer gobernante turco que acuñó monedas con su propio nombre en 1320, con la inscripción "acuñada por el hijo de Osman de Ertugul". Dado que, en la práctica, la acuñación de monedas era una prerrogativa concedida en los territorios islámicos sólo para los soberanos, se puede considerar que Osman se independizó de los mongoles. Después de la caída del Iljanato entorno al 1335-1353, el legado del Imperio mongol en la región fue el uigur Eretna, dinastía que fue derrocada por Kadi Burhan al-Din en 1381. Entre los turcomanos líderes de los otomanos surgió un gran poder en torno a Osman y su hijo Orhan I . Esmirna fue conquistada en 1330, y la última posesión bizantina, Filadelfia (la actual Alasehir), cayó en 1390. Los beyliks de Anatolia fueron a su vez absorbidos por el aumento del Imperio otomano en el siglo XV. Los otomanos completaron la conquista de la península en 1517 con la toma de Halicarnaso (Bodrum) de los Caballeros de San Juan.

Los tiempos modernos

Con el comienzo de la lenta decadencia del Imperio otomano en el siglo XIX, y como resultado de las políticas expansionistas de la Rusia zarista en el Cáucaso, muchas de las naciones musulmanas y los grupos en esa región, principalmente circasianos, tártaros, azeríes, lezguinos, chechenos, y varios grupos turcos abandonaron sus tierras ancestrales y se establecieron en Anatolia. A medida que el Imperio otomano seguía fragmentadose durante la guerra de los Balcanes, gran parte de la población no-cristiana de sus antiguas posesiones, sobre todo a los musulmanes de los Balcanes, acudieron en masa a Anatolia y fueron reubicados en distintos lugares, sobre todo en los antiguos pueblos cristianos a lo largo de Anatolia.

Anatolia se mantuvo multiétnica hasta principios del siglo XX. Con la partición del Imperio otomano y después de la guerra greco-turca (1919-1922), todos los grupos étnicos griegos restantes en Anatolia fueron expulsados durante el intercambio de población entre Grecia y Turquía en 1923. Anatolia pasó a ser el núcleo principal de la nueva República de Turquía, fundada en 1923, siendo sus habitantes principalmente turcos y kurdos.



JMS

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Stonehenge

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Stonehenge

Stonehenge es un monumento megalítico tipo crómlech, además de otros elementos como hoyos, fosos, montículos, etc. construido entre el final del Neolítico y principios de la Edad del Bronce, situado cerca de Amesbury, en el condado de Wiltshire, Inglaterra, a unos quince kilómetros al norte de Salisbury.

Stonehenge
Los arqueólogos consideran como probables las fechas de construcción de las distintas fases y utilización entre el 3100 a. C. y el 2000 a. C. El foso y montículos circulares, los que constituyen la primera fase del monumento, se han datado en unos 5100 años atrás.

La datación por radiocarbono sugiere que la primera piedra azul fue erigida entre el 2400 y el 2200 a.C.,​ aunque no se descarta que hubiera habido asentamiento o uso de la zona anteriores al 3100 a. C.

El conjunto megalítico de Stonehenge, Avebury y sitios relacionados fue proclamado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986.

Construcción

Los conjuntos de piedras erguidas de Stonehenge está formado por grandes bloques de rocas sedimentarias e ígneas distribuidos en cuatro circunferencias concéntricas. El exterior, de treinta metros de diámetro, está formado por grandes piedras rectangulares de arenisca que, originalmente, estaban coronadas por dinteles, también de piedra, quedando hoy en día solo siete en su sitio original. Dentro de esta hilera exterior se encuentra otro círculo de bloques más pequeños de arenisca azulada. Este encierra una estructura con forma de herradura construida con piedras de arenisca del mismo color. En su interior permanece una losa de arenisca micácea conocida como «el Altar».

Distribución Stonehenge
Todo el conjunto está rodeado por un foso circular que mide 104 m de diámetro. Dentro de este espacio se alza un bancal en el que aparecen 56 fosas conocidas como los «agujeros de Aubrey». El bancal y el foso están cortados por «la Avenida», un camino procesional de 23 metros de ancho y 3 kilómetros de longitud, aproximadamente. Cerca se halla la «Piedra del Sacrificio». Enfrente se encuentra la «Piedra Talón». Está compuesto de un gran círculo de grandes megalitos cuya construcción se fecha hacia el 2500 a. C. El círculo de arena que rodea los megalitos es considerado la parte más antigua del monumento, habiendo sido datada sobre el 3100 a. C.

En su comienzo era un monumento circular de carácter ritual rodeado por un talud y un foso, de modo similar a muchos otros situados en el sur de Inglaterra.

Finalmente el monumento tomó su aspecto actual, para lo cual se transportaron 32 bloques de arenisca desde las montañas de Preseli, al suroeste de Gales y la piedra del «Altar» fue traída desde una región cercana a Milford Haven. Se especula actualmente con la posibilidad de que se hubieran movido usando bolas de madera o piedra o cojinetes a modo de rodamientos, y no con troncos como se pensó originalmente.

Complejo

Stonehenge era parte de un complejo grande, que incluía círculos de piedra y avenidas ceremoniales.​ Las excavaciones realizadas por el proyecto Stonehenge Riverside, dirigido por el arqueólogo Mike Parker Pearson de la Universidad de Sheffield, permitieron encontrar muy cerca de Stonehenge, un asentamiento de cerca de mil casas. De acuerdo con las evidencias encontradas, estas casas solamente se usaban unos días al año, no se trataba de una aldea habitada permanentemente.

A poco más de tres kilómetros de Stonehenge, en Durrington Walls, fue encontrado un amplio trabajo circular en el terreno, veinte veces más extenso que Stonehenge, rodeado por una zanja y un banco.​ Allí estuvo levantada una construcción de madera, ahora denominada Woodhenge, con un diseño similar al de Stonehenge y construida en el mismo siglo. Woodhenge estaba unido al río Avon por una avenida ceremonial construida con piedras.

Enterramientos

Entre los años 1919 y 1926 se realizaron las primeras excavaciones de enterramientos de 58 individuos, mujeres y hombres, cuyos cadáveres habían sido quemados previamente. Este hecho ha impedido el estudio del ADN por parte de los prehistoriadores.

Sin embargo en 2018, el equipo de Christophe Snoeck, químico de la Universidad Libre de Bruselas, y Julia Lee-Thorp, directora de la Escuela de Arqueología de la Universidad de Oxford, consiguió obtener datos a partir del estroncio depositado en los huesos y que aun se conserva. Este elemento, muy similar en estructura química al calcio, se deposita en los huesos a través de la cadena alimentaria, desde las plantas, con una frecuencia que depende de su concentración en el suelo.

Estudiando los restos pertenecientes a 25 individuos y sus concentraciones de estroncio en huesos, el equipo concluyó que diez de ellos se habían alimentado de vegetales del oeste de Gales en sus últimos diez años de vida. Es decir, habrían vivido, al menos su última década, al oeste de Gales, en las montañas de Preseli, de donde provienen las piedras. También se señaló en el estudio que los huesos pudieron haber sido transportados ya cremados desde su origen.

Usos

La finalidad que tuvo la construcción de este gran monumento se ignora, pero se supone que se utilizaba como observatorio astronómico que servía para predecir las estaciones.

En el solsticio de verano, el Sol salía justo atravesando el eje de la construcción, lo que hace suponer que los constructores tenían conocimientos de astronomía. El mismo día, el Sol se ocultaba atravesando el eje del Woodhenge, donde se han encontrado multitud de huesos de animales y objetos que evidencian que se celebraban grandes fiestas, probablemente al anochecer.

Han sido encontrados 300 enterramientos de restos humanos previamente cremados, datados entre el año 3030 y 2340 a. C.​ Dado el escaso número de entierros para un período tan largo, se estima que no se trata de un cementerio para la generalidad de los muertos sino para determinadas personas escogidas. La piedra era el símbolo de lo eterno; servía para marcar o delimitar puntos energéticos terrenales (telúricos) y hasta para albergar espíritus elementales. Así es que Stonehenge podría haber sido utilizada junto con Woodhenge en ceremonias religiosas de culto a los muertos y a la vida, tal vez simbolizada por el círculo de madera.

Stonehenge y el número áureo

Stonehenge en el alba del día de San Juan


Así como en otros edificios prehistóricos, la construcción sigue la llamada proporción áurea cuya relación se establece en el ancho de la herradura de megalitos de tres piedras grises azuladas y el diámetro del Círculo Pagano o Druida. El rectángulo formado por las Piedras de las Estaciones se aproxima al rectángulo √5, formado por dos rectángulos áureos recíprocos. Asimismo parecen cercanas a la relación áurea las líneas trazadas con base a los pilares y sus respectivas diagonales de los arcos paganos.




JMS.

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