Revolución neolítica

No hay comentarios

Revolución neolítica

Se denomina revolución neolítica a la primera transformación radical de la forma de vida de la humanidad, que pasó de nómada a sedentaria, al concretarse una economía productora basada en la agricultura y la ganadería. Esta expresión se debe a Vere Gordon Childe (1941).

Este proceso tuvo lugar hace más de 9000 años (VIII milenio a. C.) como respuesta a la crisis climática que se produce en el comienzo del Holoceno, tras la última glaciación, y que, en términos relacionados con la historia de la cultura, corresponde al paso del período Paleolítico (piedra tallada) al Neolítico (piedra nueva), y de ahí su nombre. En primer lugar, los cambios que vienen de señalarse afectaron a una amplia zona que, debido a su apariencia en el mapa, ha recibido el nombre de creciente fértil o media luna fértil,​ incluyendo desde la parte egipcia del valle del Nilo hasta Mesopotamia (el territorio entre los ríos Tigris y Éufrates), y también pasando por la franja costera del Levante mediterráneo y la región montañosa del sureste de la actual Turquía. Dentro de esta zona, los lugares donde se han encontrado las pruebas arqueológicas más antiguas de neolitización, es decir, de la sustitución de la piedra tallada por la piedra pulida para la confección de armas y herramientas, no proceden precisamente de las llanuras aluviales de los grandes ríos, sino de yacimientos situados en una zona más estrecha en torno a ellos (Jericó o Chatal Huyuk). Ello no tiene nada de extraño, ya que en las llanuras aluviales del Nilo, del Tigris, y del Éufrates, la piedra es más escasa.

Hacha de piedra pulida
Algo más tarde se produjeron cambios similares en la India (ríos Indo y Ganges) y en el Extremo Oriente (ríos Huang He y Yangtze en China). La expansión por el resto del Viejo Mundo (Europa, Asia y África) se produjo por difusión de estos primeros focos, aunque en algunas zonas se descubrió localmente la domesticación de animales o plantas autóctonas. De forma autónoma se produce la revolución neolítica en América, con los focos mesoamericano y andino. La difusión de la agricultura y la ganadería por Oceanía en algunos casos es simultánea a la ocupación humana (las migraciones de las islas del Pacífico eran tanto de los grupos humanos como de sus cultivos y ganado) y en otros los usos del suelo continuaron siendo muy arcaicos hasta la llegada de los europeos (aborígenes australianos, en su mayoría cazadores-recolectores, cuya ocupación del continente es muy antigua, quizá desde hace 40 000 años).

Las evidencias históricas y arqueológicas muestran que previamente a la revolución neolítica, los seres humanos en general no mostraban signos ni síntomas de enfermedades crónicas y que, coincidiendo con el desarrollo de la agricultura y la inclusión de los cereales en la dieta, se produjo una serie de consecuencias negativas sobre la salud, muchas de las cuales continúan presentes en la actualidad.​ Entre ellas cabe destacar múltiples deficiencias nutricionales, tales como la anemia ferropénica, los trastornos minerales que afectan tanto a los huesos (osteopenia, osteoporosis, raquitismo) como a los dientes (hipoplasias del esmalte dental, caries dentales), y también una alta incidencia de trastornos neurológicos, así como las enfermedades psiquiátricas, la obesidad, la diabetes tipo 2, la ateroesclerosis, y otras enfermedades crónicas o degenerativas.​ Algo similar podría haber ocurrido con animales que fueron evolucionado paralelamente al hombre, conviviendo y compartiendo los cambios en los hábitos alimenticios, como los perros y los gatos domésticos.

Teoría de los cambios ambientales para la introducción a la agricultura.

Hipótesis del oasis según Gordon Childe

Luego de muchos estudios, planteó una de las hipótesis más convincentes sobre el origen de la agricultura. Como se menciona en el texto de Redman, Los orígenes de la civilización desde los primeros agricultores hasta la sociedad urbana en el Próximo Oriente​, "...Consideraba que el cultivo intencionado de plantas y la domesticación de animales constituyeron la mayor revolución económica posterior al control del fuego".

Gordon Childe propone la hipótesis del oasis, la cual hace referencia a una crisis climática que afectó negativamente a la agricultura naciente. La misma plantea que, a partir de esos cambios climáticos, más precisamente, en Próximo Oriente, y a finales de la última glaciación, se pasó de un clima húmedo y frío, a otro seco y caluroso. Esto produjo que los ríos se secaron, o disminuyeron su caudal, y por su parte, las praderas y los bosques comenzaron a convertirse en desiertos donde predominaban los suelos áridos. Por esto mismo, los seres vivos —como plantas, animales y seres humanos (cazadores-recolectores)— que habitaban en esas zonas, se vieron obligados a buscar un lugar más apto para la supervivencia. Por esa razón, en el caso de las plantas, sólo sobrevivían aquellas que se encontraban cerca de los ríos y los oasis. Lo mismo ocurrió con los animales, que tuvieron que permanecer cerca de los ambientes acuáticos. Aquellas áreas que aún contenían caudal de agua, sin duda eran los valles del Nilo, del Tigris, y del Éufrates, entre otros oasis que no se habían secado.

Como el desierto fue avanzando, los hombres y los animales tuvieron que comenzar a convivir en zonas cada vez más reducidas. Los seres humanos, que también se vieron obligados a permanecer en las cercanías de los ríos y los oasis, observaron pues a los animales y las plantas de una manera más cercana, es decir, empezaron a convivir con ellos y analizar la forma en que se comportaban. De esta manera, se fueron dando cuenta de que tal vez podían domesticarlos o servirse de ellos de alguna forma. En los hechos, esto significó una relación simbiótica cada vez más estrecha, en la dependencia entre sí de los animales y las plantas por un lado, y los seres humanos por otro lado.

Terminología

Sobre el término revolución

El término revolución es una de las categorías más utilizadas para describir procesos importantes, y no solo en las ciencias sociales, que no necesariamente tiene que ser un proceso brusco y violento: la Revolución francesa fue una revolución violenta, pero su trascendencia no fue por este hecho, sino por el desarrollo de una nueva forma de gobierno republicano (aunque ya había surgido en la Edad Antigua con características distintas) que dio origen al establecimiento de Constituciones que acabaron a mediano plazo con los regímenes absolutistas, al menos en Europa y parte de América. La identificación de una revolución industrial casi simultánea a la Revolución francesa es el precedente que permitió al historiador australiano extender el uso del término a un proceso ya no secular, sino milenario. Se suele considerar que Revolución Neolítica y Revolución Industrial han sido los dos cambios más trascendentales de la historia de la humanidad, y a pesar de no ser acontecimientos de cambio en el tiempo histórico de corto plazo, merecen el uso del término. Y en la actualidad, después de la segunda revolución industrial (La tercera ola de Alvin Toffler), una enorme revolución tecnológica y científica, no violenta en sí misma, ha venido a dotar a los seres humanos de una capacidad nunca vista para crecer y mejorar en el campo de la ciencia y la tecnología, que está cambiando aceleradamente nuestra percepción del mundo y de la historia. Así, para evitar la palabra «revolución» y sus implicaciones, tanto en lo temporal como en su carácter violento, o incluso para evitar comparaciones con el término evolución, algunos autores prefieren utilizar otros términos.

Sin embargo, el empleo de nombres distintos no le quita ningún grado de validez al empleo del término revolución, al menos en este caso.

Sobre el término neolítico

«Neolítico» se utiliza como denominación de un periodo de la prehistoria definido en términos de cultura material. Académicamente se definía como el periodo en el que se encuentran útiles de piedra pulimentada, frente al paleolítico, en que los útiles eran de piedra tallada. Lógicamente, la integración de esta perspectiva de la tecnología lítica con el proceso descrito por Gordon Childe, y la comparación de lo que a partir de entonces se denomina modo de vida paleolítico (depredador) y el modo de vida neolítico (productor) pasó a ser un tema cultural y una de las tareas más importantes de la prehistoria y la arqueología como ciencias.

Consecuencias

Las variaciones ligadas a la Revolución Neolítica significan un enorme salto en el desarrollo de la humanidad, la cual comenzó a crecer con mayor rapidez al comenzar a cosechar alimentos que podían conservarse durante bastante tiempo. La necesidad de conservar los alimentos generó el desarrollo de nuevas técnicas y artesanías como la cerámica, la cestería y muchas otras. La aparición de excedentes permitió la especialización y división del trabajo, la aparición del comercio, la acentuación de las diferencias sociales, y con el tiempo, el origen de la historia. Pero eso sería un proceso posterior denominado revolución urbana, también según la expresión de Gordon Childe.

Como revolución, la difusión de la agricultura también supuso consecuencias negativas:

   - Alteración de los ecosistemas, que progresivamente se convierten en paisaje humanizado de tipo agrícola, ganadero y forestal (paisaje agrario). Esa pérdida de diversidad biológica y simplificación de las cadenas tróficas, sometidas al gusto humano, tuvo a su vez una consecuencia muy interesante: para cada uno de los cultivos, la actividad de distintos grupos humanos a lo largo de todo el mundo durante milenios permitió una prolongada selección artificial de especies, que ha dado lugar a una enorme variabilidad genética en las semillas que en la actualidad se está perdiendo como consecuencia de la globalización, que impone procesos agrícolas y semillas estandarizadas, reducidas en número a las más demandadas por el mercado.​ El peligro de desaparición de este patrimonio de la humanidad acumulado y conservado en las comunidades rurales dispersas por todo el mundo es objeto actualmente de la atención de programas internacionales de protección.

   - Una alteración en los propios seres humanos, que condujo a un empeoramiento de las condiciones de vida por reducción de la variación de la dieta, a pesar de garantizar un suministro más continuo de comida. La mayoría de las poblaciones durante la revolución neolítica sufrían malnutrición crónica y debutó un gran número de enfermedades crónicas o degenerativas, que continúan presentes en la actualidad.​ El sedentarismo y el aumento espectacular de la densidad de población también produjo peores condiciones sanitarias y endemizó las enfermedades. La presión de la selección natural sobre la especie humana, desde entonces y hasta hoy, ya no se efectúa en las mismas circunstancias que en los cientos de miles de años anteriores al posibilitarse la supervivencia y reproducción de individuos que con un modo de vida paleolítico no las habrían alcanzado. La dinámica de poblaciones se vuelve enteramente distinta.

   - Las primeras civilizaciones urbanas surgen hacia el 3000 a. C. en diversos lugares de África y Asia: en los valles del Tigris y el Éufrates (Ur, Uruk), en el valle del Nilo (Menfis, Giza, Tebas, Abidos), en la llanura del valle del río Hoang-ho (Huixia, Anyang, Gaocheng), y en el valle del Indo (Harapa, Mohenjo-Daro).

Especies vegetales

Los cereales fueron las especies vegetales decisivas para la Revolución Neolítica en la mayor parte del mundo, y siguen siendo la base de la alimentación humana en la actualidad. centeno, trigo y cebada son originarios de la zona del Creciente Fértil, aunque quizá no fueron las primeras especies vegetales en pasar de la recolección al cultivo (recientemente se han hallado frutos de higuera que demuestran una selección intencionada en la zona de Medio Oriente hace 11 400 años​). Las legumbres, concretamente las lentejas, también tienen un cultivo muy antiguo, y algo menos los diferentes árboles frutales (cítricos —China—, manzanos, ciruelos) o los plátanos (Sureste de Asia).​ En la Amazonia la domesticación de especies vegetales se basó inicialmente en la mandioca amarga y comenzó hace unos 5000 años.

Impacto sobre la salud de la inclusión de los cereales en la dieta

El ser humano pasó de una alimentación basada en la caza y la recolección a una dieta con un alto contenido en cereales. Este cambio drástico de la dieta se ha producido a un ritmo muy rápido en un plazo de tiempo muy corto desde el punto de vista evolutivo, puesto que la humanidad existe desde hace unos 2,5 millones de años y los cereales se introdujeron hace unos 10.000 años. No obstante, nuestro genoma y fisiología no se han modificado apenas durante los últimos 10.000 años y nada en absoluto en los últimos 40-100 años, dando como resultado una dieta "desadaptativa". Algunos autores opinan que esta hipótesis de la discordancia evolutiva ha proporcionado un marco teórico valioso, pero se trata de una visión incompleta que no refleja la flexibilidad, la variabilidad y la adaptabilidad en el comportamiento alimentario humano y la salud en el pasado y el presente.

La evidencia histórica y arqueológica muestra que, previamente a la revolución neolítica y el desarrollo de la agricultura, los seres humanos en general no mostraban signos ni síntomas de enfermedades crónicas.​ Diversos estudios etnológicos y arqueológicos revelan que coincidiendo con la inclusión de los cereales en la dieta, se produjo una serie de consecuencias negativas sobre la salud, entre las que destacan reducciones de la estatura, disminución de la esperanza de vida, aumento de las enfermedades infecciosas, de la mortalidad infantil, las enfermedades neurológicas y psiquiátricas, múltiples deficiencias nutricionales, incluyendo anemia ferropénica, trastornos minerales que afectan tanto a los huesos (raquitismo, osteopenia, osteoporosis) como a los dientes (hipoplasias del esmalte dental, aumento de las caries dentales), y otras deficienicas de minerales y vitaminas.

Parte de estos efectos negativos han sido compensados por el progreso de la higiene, el desarrollo de la Medicina y la complementación de las dietas basadas en cereales con otras fuentes de nutrientes, consiguiendo una reducción de la mortalidad infantil y una esperanza media de vida más larga. No obstante, la mayor parte de las consecuencias negativas continúa presente en la actualidad: el cambio de la alimentación basada en la caza y la recolección a las dietas con alto contenido en cereales y el estilo de vida occidental, está asociado a la alta incidencia de la obesidad, la diabetes tipo 2, la ateroesclerosis, las enfermedades psiquiátricas, los trastornos neurológicos y otras enfermedades crónicas o degenerativas.

En qué medida ha ocurrido lo mismo en el caso de animales domésticos, como los perros (cuyos ancestros los cánidos existen desde hace 34 millones de años) y los gatos, y hasta qué punto el perfil de nutrientes de la dieta de sus antepasados (claramente carnívoros) es el óptimo, son objeto de estudio. Estos animales han evolucionado conjuntamente con los humanos, compartiendo la exposición a las mismas condiciones ambientales y la modificación de la alimentación ancestral, pasando a dietas ricas en cereales.​ Los alimentos comerciales para estas mascotas contienen sustancias que no pueden digerir o no digieren completamente, tales como tejidos animales de baja calidad (por ejemplo, huesos), fibras de origen vegetal y proteínas indigestas, que son un sustrato para la fermentación por la flora intestinal. También contienen altas cantidades de almidón procedente de los cereales y, si bien se ha demostrado que el perro doméstico ha desarrollado una mayor capacidad digestiva y de absorción del almidón que sus ancestros, no se conoce el impacto sobre la salud y la esperanza de vida de esta alta cantidad constante de glucosa absorbida por el perro. La capacidad del gato para digerir el almidón es menor que la del perro. Muchas de las enfermedades inflamatorias e inmunológicas que desarrollan los perros son provocadas por alteraciones de la flora intestinal como consecuencia de una dieta inadecuada o el uso de antibióticos, tales como enfermedades digestivas crónicas, alergias respiratorias, asma, enfermedades de la piel (especialmente dermatitis atópica) y trastornos autoinmunes.​ Junto a los humanos, los perros domésticos tienen la mayor diversidad fenotípica y enfermedades naturales conocidas de todos los mamíferos. Aproximadamente 400 enfermedades hereditarias similares a las de los humanos se caracterizan en los perros, incluidos trastornos complejos como cánceres, enfermedades cardiovasculares, enfermedades autoinmunes y trastornos neurológicos.​ Entre estos últimos, destaca especialmente la enfermedad de Alzheimer. Los perros muestran muchas similitudes con el deterioro cognitivo humano, incluyendo la acumulación en el cerebro de placas amiloides.

Especies animales

La domesticación de animales a excepción de la del perro, seguramente muy anterior, propia de sociedades cazadoras— fue simultánea a la de las especies vegetales. Las más extendidas hoy, ovino, bovino y caprino, proceden también de la zona del Creciente Fértil. La siguiente, decisiva para el desarrollo histórico, fue la del caballo en las estepas de Asia Central, papel que en otras zonas correspondió a los camélidos (dromedarios, camellos, llamas y alpacas). Las demás especies importantes se seleccionaron de entre todos los grupos zoológicos: mamíferos (destacándose el cerdo), aves, las más usuales denominadas de corral, como gallinas y patos, y otras como las palomas para alimentación y uso colombofílico y las rapaces utilizadas en cetrería, e incluso insectos (abeja apicultura y gusano de la seda sericicultura).​ La utilización ganadera de reptiles (como iguanas y cocodrilos) ha tenido menos extensión.

Algunas de las domesticaciones más recientes en términos históricos fueron la del gato que se debió a la mutua utilidad para felinos y humanos de su presencia en los graneros del Antiguo Egipto, vulnerables a los roedores y la del elefante con fines económicos y bélicos en sus variedades asiática y africana, aunque el uso de esta última se ha perdido desde la Edad Antigua.

Especies microbianas

El aprovechamiento controlado de especies de tamaño microscópico que no pueden considerarse animales ni vegetales se produjo desde épocas muy tempranas, en las que se daba una biotecnología inconsciente pero eficaz: la ganadería microbiana de fermentos, levaduras y bacterias, que existe desde que existen el pan, los productos lácteos y las bebidas alcohólicas.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Desastre de Annual

No hay comentarios

Desastre de Annual

El Desastre de Annual fue una grave derrota militar española en la guerra del Rif y una importante victoria para los rifeños comandados por Abd el-Krim. Se produjo entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921 cerca de la localidad marroquí de Annual situada entre Melilla y la bahía de Alhucemas. La batalla ocasionó la muerte de alrededor de once mil quinientos miembros del ejército español, nueve mil españoles y dos mil quinientos rifeños afectos a España encuadrados en unidades indígenas, más de la mitad ejecutados tras rendirse. No se dispone de datos sobre las bajas de las fuerzas rebeldes de Abd el-Krim. Esta derrota condujo a una redefinición de la política colonial de España en la Guerra del Rif y a una crisis política que socavó los cimientos de la monarquía liberal de Alfonso XIII. El malestar creado por el desastre de Annual y las acusaciones al rey de instigar el poco meditado y mal preparado avance que propició el desastre, fueron una de las causas del golpe de Estado y la dictadura de Miguel Primo de Rivera. La amnistía regia de 1924 hizo que no se depuraran responsabilidades, de tal forma que los posibles culpables quedaron impunes. Tras esta humillante derrota para España, la guerra continuó durante seis años. En mayo de 1926 Abd-el-Krim se rindió y el 10 de julio de 1927 finalizaron los combates, al producirse la pacificación total del territorio, que permaneció bajo dominio español hasta la independencia de Marruecos en 1956.

El desastre de Annual:

La penetración española había alcanzado los 130 Kms. hasta Buy Meyan y Annual. 

La Comandancia Militar de Melilla disponía de unos 25.700 efectivos, al menos sobre el papel (algunos de estos efectivos figuraban en los estadillos de las unidades con el único fin de generar devengos). 

Estos efectivos, que en principio, pudieran parecer suficientes para someter el territorio, en la práctica constituían un cuerpo enfermo, que adolecía de graves carencia, tanto de índole militar, como administrativas y políticas. 

Cadáveres españoles en Monte Arruit.
 La foto fue tomada meses después del desastre,
 tras recuperar las posiciones el ejército español.
El ejercito se hallaba disperso en un total de ciento cuarenta y cuatro posiciones, los blocaos, la mayoría de los cuales se encontraban guarnecidos por un total de entre doce y veinte hombres. Aunque algunas posiciones como Batel, Dar Drius, Buy Mellan o Annual, sobrepasaban los ochocientos. 

Las unidades tipo regimiento, también adolecían de graves defectos estructurales, estas se encontraban igualmente dispersas sin formar un todo. A veces entre una compañía y otra del mismo regimiento podía haber Kms. de distancia. Esto se materializaba en una carencia de jefes naturales. 

Esta falta de mandos naturales otras veces estaba producida por la simple ausencia física de estos, que se encontraban Melilla, con motivos justificados o no, o bien por encontrarse de permiso oficial en la península, como ocurrió con muchos de ellos los días 22 y 23 de Julio, tal y como queda acreditado en el Expedienté Picasso (Sumario de responsabilidades para esclarecer los hechos que dieron lugar al Desastre). 

La ubicación de los blocaos era inapropiada, se construían, atendiendo a criterios políticos y no militares. Otras veces serán los propios nativos quienes soliciten y obtengan la creación de un blocao en el lugar por ellos designado, alegando la necesidad de protección frente a otras cábilas (tribus) no afectas a la causa española. 

Al producirse el desastre, estas pequeñas posiciones, quedaran irremediablemente perdidas, al quedar sumergidas en un océano hostil, incomunicados entre ellos, sin posibilidad de ser socorridos y muchas veces sin acceso a una fuente de agua.

Defectos de las unidades:

En lo político, se evitaba que el soldado europeo entrase en combate, pues las esquelas eran muy mal asumida por la opinión pública española y el fantasma de la Semana Trágica, quitaba el sueño a la clase política. 

Por lo que el peso de la campaña recaía sobre las tropas nativas, los regulares y la policía indígenas.

Por lo general mal escogidos, tanto en su oficialidad (generalmente europea), como en su tropa.

Según las conclusiones del Expedienté Picasso. Lo que se traducía en un soldado mal adiestrado y bajo de moral. Al producirse la deserción masiva de las tropas indígenas, que se pasaron al enemigo, el caos fue total y el terror, se apodero del soldado español. 

Otro grave problema, era la corrupción casi generalizada en todo el ejercito y que iba desde el oficial que teniendo un sueldo de 500 pts al mes (éste era el sueldo de un capitán en 1.921) tenía unos gastos de 15.000, hasta el recluta que vendía su munición a los futuros enemigos.

El precedente de Abarran:

El 1 de Junio los españoles ponían cerco a Abarran en territorio Temsamaní, esa misma tarde la policía indígena se amotinó, atacando a las fuerzas europeas de su misma columna, de los 250 efectivos europeos, 179 fueron muertos incluido el capitán Salafranca, jefe de la posición. 

Abarran tras ser tomado sin oposición quedo cercado sin poder ser socorrido. 

Ese mismo día Sidi Dris en la costa tambien fue atacado, si bien pudo resistir gracias al auxilio de la Escuadra. 

Las bajas españolas entre muertos y heridos rondaron el centenar. Estos hechos, fueron interpretados por el mando español, no como el prólogo de lo que había de suceder, sino como un episodio aislado, un traspiés, de los que todas las potencias coloniales habían tenido alguna experiencia. 

Oficiales liberados tras las gestiones de Echevarrieta:
 De izquierda a derecha, coronel Araujo, general Navarro,
 teniente coronel Manuel López Gómez, 
teniente coronel Eduardo Pérez Ortiz
comandante de caballería José Gómez Zaragoza.
Esta fue la idea que el General Silvestre transmitió a Berenguer, su superior, a bordo del crucero Princesa de Asturias, en la entrevista que ambos celebraron en aguas de Alhucema el 5 de Junio.

Primeros ataques:

El 17 de Julio, las harkas (partidas de guerreros) de Beniurriaguel, Ammart, Beni Tuzin, Gueznaya, Targuit y Ketama, lanzan un repentino ataque a lo largo de toda la línea española. 

Mientras tanto Berenguer, declaraba al diario El Sol, que la pacificación de Marruecos se realizaba con éxito y que no era menester el envío de nuevas tropas. 

Por su parte el informe mensual de Silvestre a Berenguer, solo llevaba información rutinaria.

Berenguer sólo se percató de la situación real cuando el 19 de julio, recibió el primero de una serie de telegramas angustiosos, pidiendo refuerzos, un ataque de distracción de la Armada en Sidi Dris y apoyo aéreo. 

Igueriben había quedado cercado, sin posibilidad de socorro, una columna de 3.000 hombres que pretendían liberar a los sitiados, había sido frenada sin conseguir su objetivo, perdiendo 152 hombres en dos horas. 

La sed torturó a los sitiados, primero bebieron el jugo de las latas de conserva, después la tinta de los escribientes, y finalmente la propia orina, en la que disolvían azúcar y refrescaban al relente de la noche. 

Como en tantas otras posiciones, no se había tenido en cuenta la localización del agua, la fuente más cercana estaba en Annual a 5 Kms. 

De los 800 hombres que componían la guarnición, la mayoría fueron pasados a cuchillo, incluido el heroico Comandante Benitez, jefe de la posición. 

Sólo 25 supervivientes llegaron a Annual, de los que 16 murieron más tarde víctimas del agotamiento y el chock que muchos sufrieron al beber de golpe gran cantidad de agua.

Evacuación de Anual:

La caída de Igueriben, convirtió a Annual en una posición indefendible. 

Silvestre convoco a sus oficiales en asamblea, las municiones escaseaban y se acordó la evacuación. 

A las 4,55 horas del día 22 Silvestre mandó un último telegrama, anunciando que se replegaba hacia Ben-Tieb, si le era posible. 

Iniciada la retirada, pronto se produjo la desbandada en el ejercito, la disciplina militar, dejo sitio al "sálvese quien pueda". 

En la tormenta, sucumbieron Silvestre, el Coronel Morales (Jefe de la Policía indígena) y el resto del Estado Mayor. Las dudas sobre el final del General aun no se han despejado, según unos murió en la batalla, según otros se suicido. 

Personalmente, pienso que se suicido, así me lo hace pensar, tanto las declaraciones de varios testigos, que aseguran haber oído un disparo dentro de la tienda donde se encontraba el general al empezar la evacuación, como el carácter del propio general, Silvestre prefería la muerte al deshonor.

Cadáveres encontrados en Annual.
 Abd-el-Krim honró la memoria del coronel Morales, entregando su cuerpo a los españoles, sin exigir rescate. Entre ambos existió una amistad, de cuando Abd-el-Krim era subordinado de Morales en la Oficina de Asuntos Indígenas. 

La avalancha humana, se derramó por el desfiladero de Izumar, los moros solo tenían que disparar como en una caseta de feria contra la aterrada desbandada. 

Cuando los escasos supervivientes contactaron con la retaguardia, el pánico se extendió, tanto por la evidente desmoralización de los derrotados, como por los horrores que contaban. 

La derrota de Annual, provocó la defección del resto de la cábilas, que hasta ese momento eran afectas a la causa española, y que se unieron a los rebeldes espoleados por la idea de venganza y las ansias de botín. 

Los pequeños blocaos, quedaron sumergidos en un mar de enemigos. Mercaderes, soldados, colonos, todos huían en dirección a Melilla. 

Los enfermos, los agotados, eran abandonados a la furia de los cabileños. Las posiciones de Buy Meyan, Izumar, y Yebel Ubdia fueron barridas. En Ulad Aisa, Dar Haes Busian y Terbibin, las guarniciones fueron asesinadas. La guarnición de Dar Quebdana, negoció la capitulación, tras la entrega de las armas, fueron descuartizados con toda crueldad. La de Timyast y Sidi Abdallah huyeron hacía Tizi Johoren, pero todos fueron abatidos en la huida. 

Los supervivientes de Ras Tikerman, Tisingar y Ain Mesanda, escaparon en dirección a Sbush Sbash, donde muy pocos sobrevivieron al posterior ataque rifeño. En Kandusi, Buhafora, Azru e Ishafen, no hubo supervivientes. 

Las tropas indígenas en Yart el Bax, después de degollar a sus oficiales, se pasaron al enemigo. En Ben Tieb, la guarnición después de destruir el polvorín huyó a Dar Drius, donde el General Navarro, 2º en el mando intentaba organizar las aterradas tropas que de todas partes acudían. 

Navarro sopesó la posibilidad de resistir en Dar Drius, pero en vista de las condiciones físicas y mentales de los que se unían a sus fuerzas, decidió retirarse en dirección a Melilla, de donde debería llegar el socorro, si llegaba, fatal error. Pues en Dar Drius, hubiera podido alcanzar la costa, donde hubiera podido recibir socorro de la armada. General Navarro - 2º Jefe de la Comandancia Gral. de Melilla. General Berenguer. Alto Comisario.

Cargas de los Cazadores de Alcántara:

El 23 de Julio, Navarro inicia su periplo a través de la llanura de Garet, Batel, el 27 Tistutin, para llegar el 29 a Monte Arruit. En esta retirada se destacó el regimiento de caballería, Cazadores de Alcántara, que realizo varias cargas al sable, chocando con la caballería enemiga de Metalsa, ahora protegiendo los flancos de la riada de cadáveres vivientes en que se había convertido la columna de Navarro, ahora protegiendo la retaguardia. 

Así combatieron los cazadores de Alcántara, hasta el total extermino del regimiento. Sin caballos y casi sin efectivos, Alcántara dio su última carga a pie. Su jefe el Tte.Col. Fernando Primo de Rivera (primo del que seria dictador), moriría en Monte Arruit, víctima de la gangrena después de habérsele amputado en vivo un brazo. 

El regimiento Alcántara, recibió por ésta acción la Laureada Colectiva. De los 695 efectivos (presentes) del regimiento, sólo quedaron 70 heridos y 5 prisioneros. También destacó en ésta acción el capitán Arenas, en torno a su persona se fue formando una fuerza de soldados de diferentes unidades, ingenieros, sanitarios, artilleros, infantes, que no estaban dispuestos a dejarse matar sin combatir, eran la excepción. 

Arenas cayó mortalmente herido por un francotirador en las proximidades de Monte Arruit. Sus hombres llevaron su cadáver hasta Navarro exigiendo para él la Laureada, que le seria concedida a título póstumo. Targuesit cayó el 23. 

La guarnición de Sidi Dris consiguió abrir una brecha para llegar a los buques de la Armada que habían acudido en su socorro. Sólo unos pocos lo consiguieron. Más suerte tuvieron los de Afrau, que al estar en la costa pudo ser evacuado por mar. El destacamento de Zoco El-Telata de Metalsa, consiguió llegar a la zona francesa, aunque sólo un tercio de los efectivos llegó ileso.

El empresario Horacio Echevarrieta y el líder rifeño Abd el-Krim
durante la reunión que mantuvieron ambos en 1923.
Caída de Nador:

El 2 de Agosto cayó Nador, esto sentenciaba Zeluan y Monte Arruit. Zeluan caía el 3 y más de 500 persona fueron brutalmente asesinadas. 

El Cptan. Carrasco y el Tte. Fernandez, sufrieron uno de los suplicios que los rifeños daban a los prisioneros. 

Fueron amordazados y atados juntos, tiroteados y finalmente quemados vivos delante del resto de los prisioneros. 

Navarro se fortificó en Monte Arruit, negándose a abandonar a los heridos, sentenció a muerte a los suyos. 

Las fuerzas de Navarro se hallaban tan abatidas, que no podían ser considerada una fuerza combatiente. 

De nuevo se repite la tortura de Igueriben, la sed, el manantial más cercano, está a 500 m. fuera de la protección de los muros. 

Las compañías se sortean la mala fortuna de tener que hacer las aguadas. El agua, siempre el agua, que se cambia por sangre, finalmente, se dejan de hacer las aguadas, el enemigo cierra el cerco de tal forma que ya no hay manera de hacer una miserable incursión de 500 metros. 

Se intenta el abastecimiento desde el aire, aviones procedentes de Melilla, arrojan bloques de hielo, sacos de pan y municiones, pero las municiones quedan inservibles, el impacto deforma las vainas, que ya no se pueden utilizar, el hielo y el pan caen casi siempre en el campo enemigo.

Rendición:

Navarro es autorizado a rendirse, lo que hace el 9 de Agosto, de conformidad con lo pactado los españoles entregan las armas, tan pronto como lo hicieron, los rifeños comienzan la matanza. 

El gral. Navarro junto con seiscientos hombres según David S. Woolman, bastantes menos según otros autores, fueron hechos prisiones, otros dos mil quinientos quedaron para pacto de los carroñeros, "los buitres sólo comían de comandante para arriba" dice Manuel Leguineche, poniéndolo en boca de uno de los testigos del Expte. Picasso. 

Tras la caída de Monte Arruit, sólo quedaba Melilla, a la que confluían riadas de refugiados y sobrevivientes del ejército aterrorizado, muchos con las facultades mentales perturbadas. Sólo la cábila de Beni Sicar, permaneció leal a España. 

Su Caid; Sidi Abdelkader, demostró ser un fiel aliado y un hombre de palabra, reteniendo las alturas del Zoco El-Had en manos amigas, su defección, hubiera sido fatal para la plaza, pues desde Zoco El-Had, las primeras líneas defensivas de Melilla quedaban enfiladas a tiro de fusil. 

Hace algunos años el Consistorio Municipal puso el nombre de calle de Sidi Abdelkader a la antigua calle de Arturo Reyes en el centro de la ciudad, una de las principales.

Marruecos y la Semana Trágica (Barcelona 1909):

El desastre colonial de 1898 alimentó el pacifismo generalizado de la clase obrera e hizo que, a diferencia de Francia o Gran Bretaña, Alemania o Italia, España no pudiera valerse de aventuras imperialistas para desviar la atención de los conflictos sociales que existían en el país. 

El enredo de España en Marruecos era visto por el pueblo como una empresa personal estrecha del Rey y de los propietarios de las minas de hierro. 

En 1909 el gobierno del conservador Antonio Maura, presionado tanto por militares allegados a Alfonso XIII como por los inversores en las minas, envió una fuerza expedicionaria con la misión de ampliar el territorio español en Marruecos de forma que abarcara una serie de importantes yacimientos de minerales. 

Numerosos reservistas, principalmente hombres casados y con hijos, fueron llamados a filas y embarcados en Barcelona. Mal preparado y mal pertrechado, el Ejército español fue derrotado por las tribus del Rif en la batalla de Barranco del Lobo. 

Hubo manifestaciones contra la guerra en Madrid, Barcelona y las ciudades con estaciones de ferrocarril desde las cuales los reclutas partían con destino a la guerra. 

En Barcelona se declaró una huelga general el 26 de julio. El capitán general de la región decidió tratarla como una insurrección y proclamó el estado de guerra. Se levantaron barricadas y las protestas contra el servicio militar obligatorio desembocaron en disturbios anticlericales y quema de iglesias. El movimiento fue sofocado empleando la artillería.

Prisioneros:

Quedaron 492 prisioneros españoles de los que sobrevivieron 326. Algunos de ellos fueron liberados al comienzo de la misión de rescate llevada a cabo, entre otros, por los miembros de la Delegación de Asuntos Indígenas Gustavo de Sostoa y Luis de la Corte Lujan; los demás sufrieron 18 meses de cautiverio y fueron liberados finalmente el 27 de enero de 1923, tras las negociaciones llevadas a cabo con Abd el-Krim por parte de Horacio Echevarrieta, a cambio de cuatro millones de pesetas, cantidad fabulosa para la época.

Fuente y fotos: Wikipedia y Indice Documentos

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Indios americanos (Colonización anglosajona)

No hay comentarios

Indios americanos

La colonización anglosajona

Muy distinta fue la obra de los Holandeses y de los Ingleses. De los holandeses se habla poco, pero tampoco ellos amaban a los indios, y los consideraban huéspedes indeseables que había que eliminar. 

¡Lo peor viene pero con los ingleses! No con todos, a decir verdad, porque también entre ellos podemos distinguir dos tipos de mentalidad: los puritanos por un lado, y los del sur (de Virginia) por el otro. 
Dec.Independencia
No es casualidad que en la guerra civil inglesa del siglo XVII, la Nueva Inglaterra se alineó con Cromwell, mientras que Virginia se alineó con la monarquía.

 Virginia y los otros estados meridionales eran manifestaciones de un mundo preburgués y precapitalista, similar en esto a la América francesa.

 Las grandes plantaciones eran estancias señoriales: ya no eran feudales, y todavía no eran burguesas en sentido capitalista. Además, en el siglo XVIII, su cultura fue clásica y latina, influenciados por Francia. Es cierto que también fue fuerte la influencia del iluminismo y la masonería, pero eran hombres que conocían el latín y el italiano y, como Thomas Jefferson, proyectaban mansiones con tendencia clásica de estilo paladiano. 

Thomas Jefferson, que todos conocen como el presidente de los Estados Unidos, fue el primero en excavar un sepulcro piel roja para comprender su finalidad y significado. Lo excavó con una sensibilidad científica tal como para dejarnos un documento utilizable todavía hoy.

Muy diferentes anduvieron las cosas allí donde se instalaron los puritanos. Éstos (como es conocido) eran protestantes extremistas, caracterizados por un profunda fe en Dios y en sí mismos.

Perseguidos en Inglaterra, abandonaron en grupos, sucesivamente, a Europa para trasladarse a América, donde fundaron colonias permanentes sobre la costa más septentrional de los actuales Estados Unidos. 

El primer desembarco ocurrió en 1620: fue el arribo de los famosos Padres peregrinos, como serían llamados después, que cruzaron el Atlántico con el barco Mayflower. 

Hay que tener muy en cuenta este origen suyo de perseguidos religiosos. Los puritanos se consideraban el único grupo verdaderamente cristiano, verdaderamente respetuoso de la palabra y del mandamiento de Dios. 

Todo en el entorno no era más que maldad y persecuciones de los inmorales contra los justos. El escape a América del malvado mundo europeo los conducía al nuevo surgimiento de la Tierra Prometida, y Dios mismo los guiaba, como (presuntamente) guió a los hebreos desde Egipto a Palestina, la primera tierra prometida del pueblo de Dios. América era la "Tierra Prometida" por dos motivos complementarios. 

Por un lado, el Nuevo Mundo era para los puritanos la tierra de la libertad, libertad de las reglas y tradiciones europeas, libertad de los malvados perseguidores ingleses, libertad del contacto con los puritanos corruptos y papas servidores del demonio. 

Mayflower
Por otro lado, era la Tierra Prometida porque, allá abajo, más allá del Océano Atlántico y al reparo de la gran distancia de agua, era posible construir la Nueva Jerusalén. Un proyecto del tipo milenarista, como lo describió Eric Voegelin en las formidables páginas de Nueva ciencia política. 

Pero ¿qué sucede cuando el hombre cree, espera poder construir el reino de Dios ya en esta tierra? La tierra y los hombres, que no perfectos sino limitados y débiles, no se adecuan a este proyecto, que nunca se realiza, menos aún si se corre en el tiempo a un futuro, siempre próximo pero siempre postergado. Contemporáneamente, porque el proyecto mandado no puede estar en una discusión radical, los hombres que lo contrariaban eran necesariamente a los ojos de los puritanos y de todas las sucesivas oleadas, descrito por Voegelin, los malvados, los representantes del demonio, que obstaculizaban voluntariamente el nacimiento de la Nueva Jerusalén (o del socialismo u otro deseo) y ellos retrasaban la realización. 

En un ambiente natural y geográfico totalmente nuevo, sentido casi como el paraíso en la tierra, original ó construido, poco importaba, la presencia del indio, del piel roja, era percibida como un obstáculo a la comunidad de verdadero creyentes.

Trato a los indios norteamericanos

El piel roja era necesariamente una representación del demonio e incluso la reencarnación misma del demonio. 

¿Cómo podía haber otros verdaderos seres humanos en un mundo perfecto o perfectible, creado para dar refugio a los verdaderos buenos que tenían la construcción del reino de Dios? 

No fue casualidad que en el propio mundo anglosajón, el francés libertino y calvinista, se discuta si estos individuos eran ó no descendientes de Adán. Y no es, por lo tanto, que en la América puritana fallara totalmente los intentos iniciales de la actividad misionera: no se puede convertir al demonio o a la criatura del demonio. 

Pero si los pieles roja son representantes ó la encarnación del demonio; los justos no sólo tienen el derecho de exterminarlos con el fin de que no obstaculicen el gran proyecto puritano, los justos tienen incluso el deber de sacarlos del medio. 

Esas eran la mentalidad y la voluntad que al final de los primeros momentos prevalecieron en el mundo puritano de América septentrional. 

Con consecuencias dramáticas para los indios, mucho más dramáticas de las que hubo donde llegaron los franceses o los españoles. 
Sittig Bull
Porque estos nunca desearon y planificaron el exterminio de los indios americanos, mientras que los puritanos lo desearon y lo planificaron. 

Los testimonios, terribles, son numerosos y auténticos porque vienen de los mismos puritanos. También en el ambiente hispánico hay testimonios de actos de maldad contra los indios, pero son presentados como maldades, actos delictuosos que debían ser reprendidos y castigados. 

Que después la Iglesia y la Corona tuviese éxito o que los representantes del rey y de la Iglesia quisieran siempre castigarlos es otra cosa; ningún clérigo, ningún laico eran totalmente santos en la América española del siglo XVI y XVII, tanto que Pío IV establece que los religiosos que regresaban de América podían traer con ellos sólo el dinero necesario para el viaje, si traían de más inexorablemente debía ser confiscado. 

Pero los documentos hablan de este acto siempre como de delitos y en la discusión sucedida en Valladolid en 1550-51, una junta real impide la publicación del libro en el que Juan Ginés de Sepúlveda expone los motivos por los cuales, a su juicio, los indios podían ser justamente sometidos.

En el mundo anglosajón puritano en cambio, los actos de maldad y de extermino contra los pieles roja vienen narrados como actos meritorios y necesarios para el bien de la comunidad de los creyentes. 

Los puritanos son los justos a los que se les concedió la fundación de la Nueva Jerusalén; los pieles roja son los reprobados, los negados, contra los cuales cada ataque es admitido, es meritorio a la presencia de Dios. 

Así que los mismos puritanos cuentan satisfechos las tremendas acciones. Incluso la epidemia, que destruyó a los indios, se interpretó como manifestación de la obra de Dios que así libera del mal de la tierra destinada a los justos: en 1621, Edward Winslow hablaba de la "maravillosa peste" mandada por Dios contra los indios, mientras que pocos años después, en 1634 John Winthrop aumentó la dosis afirmando que los indios "acá son casi todos mueren por la viruela, y de tal modo el Señor evidencia nuestro derecho a esto que poseemos" Cuánto más significativa es la Brief history of the war, escrita por el reverendo Increase Marther y publicada en Boston y en Londres en 1767. 

Geronimo
Dios concedió a los ingleses puritanos la tierra americana de los pieles roja, los cuales después de un período de paz se oponen a los colonos inexplicablemente. 

El hecho que pudo permanecer primero en paz es obra de la "maravillosa Providencia divina que inspiró en todos los indios el temor a los ingleses y a sus acciones, como hizo antiguamente con Jacob y después con sus hijos de Israel. 

El temor de Dios perturba sus corazones" Como nota irónicamente el historiador Francis Jennings: "la ecuación no podía ser más clara: el temor hacia los ingleses era sinónimo del temor a Dios". 

Si pasamos a los testimonios bélicos, William Bradford, gobernador de Plymouth describió así la destrucción y el incendio de la aldea de Pequot:

"era un espectáculo tremendo verlos asarse...y el mal olor que venía. Pero la victoria pareció como un dulce sacrificio y por eso agradezco a Dios".
Recordemos que entonces los hombres eran víctimas, las mujeres y los niños se vendían como esclavos. Treinta años después de la guerra del rey Felipe, el jefe indio dio mucho alambre de torcer a los anglosajones, otra no podía ser, según los puritanos, que un complot contra los justos.

Norteamérica en el violento siglo XIX

Peor fue cuando en el siglo XIX a la mentalidad puritana se le sumó el positivismo y la fe inquebrantable en el progreso, identificado con el desarrollo del mundo burgués y capitalista. 

Los tres aspectos juntos dieron a la guerra india del siglo XIX una dureza espantosa. 

La misma dureza que fue puesta contra el sur señorial, destruyó radicalmente durante y sobre todo después de la guerra de secesión que (¡no lo olvidemos!) fue una guerra sagrada de independencia de hombres que no eran y no se sentían legales a la mentalidad puritana y capitalista de los yankees. 

Jefferson
Se ofrece aquí una lista demasiado larga de testimonios estadounidenses de hombres que dijeron abiertamente los propósitos y las acciones de exterminio. 

Como los puritanos de los primeros siglos, son siempre los exterminadores los que hablan directamente, refiriéndose a los indios y refiriéndose al sur. Aquí algunas citas.

 Francis Parkman: "por lo tanto eran destinados a disolverse y desaparecer ante los avances de la potencia americana...no hay nada de progresivo en la rígida, inflexible naturaleza de un indio. Él no puede abrir su mente a la idea de progreso..."; 

Thomas Hart Benton, senador: "Parece que la sola raza blanca había revivido el mandamiento divino de conquistar y llenar la tierra!... por mi parte, no me siento a criticar esto que resulta ser el efecto de una ley divina. Civilización ó destrucción ha sido el destino de todos los pueblos que se han atravesado en el camino de los blancos, y la civilización, siempre preferida por los blancos, ha sido llevada adelante como un objetivo mientras que la extinción es consecuencia de la resistencia."

Entre dos despiadados generales, William T. Sherman y Philip Sheridan, este último devastó durante la guerra civil el valle del Shennadoah, debe atribuírseles la definición según la cual "el único indio bueno es el indio muerto". 

Será bueno citar al menos dos sucesos de signo opuesto, subrayando cómo fue de distinto el modo de pensar de los hombres del sur. 

Union-Pacific
Cuando durante la guerra por la independencia del sur, el coronel sureño John R. Baylor (caso prácticamente único) propone resolver el problema de Arizona con el extermino de la capital, el presidente Jefferson Davis lo destituye inmediatamente; durante la misma guerra pocas tribus indias bajaron del campo, pero aquellas que lo hicieron se alinearon con los estados confederados del sur.

También esta vez los indios habían entendido de qué parte venía para ellos el mayor peligro: después de los franceses, los mexicanos, los sureños, ellos serían tocados. (Extracto de un texto de Finzi)


Fuente y fotos: Home Documentos




No hay comentarios :

Publicar un comentario

Quinto del Rey

No hay comentarios

Quinto del Rey

El quinto del rey o quinto real era un tributo que se pagaba al rey cuando se capturaba una presa o descubría un tesoro y que era igual a la quinta parte (20%) de lo capturado o descubierto.

En particular la expresión Quinto del Rey o Quinto Real suele hacer referencia a un impuesto de la quinta parte establecido en 1504 por la Corona de Castilla sobre la extracción de metales preciosos, principalmente el oro y la plata, y otros artículos dentro de los territorios de lo que fue la América española.

Origen

Como posible fundamento bíblico, en Génesis 47.24 y 47.26 José, segunda máxima autoridad del país de Egipto, pide al pueblo la quinta parte de los frutos de la tierra para el faraón exceptuando a los sacerdotes.

El quinto del rey estuvo en vigor en los Estados musulmanes de la península ibérica durante la Edad Media.

Los despojos y presas (de guerra) se repartirán en la forma siguiente: después de deducir el quinto para el rey, cada individuo puede tomar cuanto necesite para satisfacer su hambre, aplicando lo restante al acervo común. El jinete recibirá dos partes; el infante una (...)
Código legal del rey Yusuf I de Granada (1318-1354)

Monto del impuesto

Este impuesto ascendía en principio al veinte por ciento de toda riqueza metálica o en joyas que fuera obtenida en sus colonias. Con la caída de la casa Habsburgo y el ascenso de los Borbones al trono español, se emprenden una serie de reformas en pro de reactivar e incentivar la producción minera (en crisis por esas décadas). El impuesto fue reducido, cambiando a un porcentaje nominal del diez por ciento (diezmo), que bajaría con los años a un monto entre un cinco y ocho por ciento o menos para finales del imperio en América.

Real de plata de Potosí.
En el caso de la plata, monto a pagar se conocía de manera perfecta por la cantidad de mercurio que la corona, dueña del monopolio de la producción de este elemento, entregaba a señores de minas y concesionarios para llevar a cabo el "beneficio de patio". Dado que el mercurio era necesario para extraer la plata, no había manera de defraudar a Hacienda.

Destino y forma del impuesto

Este impuesto era cobrado por la administración colonial a través de la figura de las Cajas Reales y llegaba a manos de la monarquía española en forma de barras de metal precioso.

Transporte

Para transportar lo máximo posible del Quinto Real en las naves hispanas de la época, hubo piezas de arte que fueron fundidas para transformarlas en barras de oro o de plata y así facilitar su transporte. Por ello, son escasas las piezas de arte de dichos metales de las épocas precolombinas.

Algunas de estas piezas se libraron del Quinto Real, y a la vez de la fundición, gracias al hecho de que ciertos conquistadores, que se habían enriquecido en las Indias, conservaron las piezas que a su juicio fueron las más bonitas para sus residencias.

Otras piezas de oro y de plata se pueden observar hoy porque estaban enterradas en tumbas y porque fueron descubiertas posteriormente. Gran parte de estas piezas fueron presa de saqueadores locales americanos, que tradicionalmente se han mostrado tan proclives a la fundición de obras de arte en metales preciosos como los conquistadores españoles.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Sociedad feudal

No hay comentarios

Sociedad feudal


La sociedad medieval fue un sistema político, social y económico que se desarrolló en gran parte de Europa Occidental desde fines del siglo IX hasta fines del siglo XII. Este sistema tuvo sus orígenes en el colonato romano y se perfeccionó entre los francos, a la muerte de Carlomagno, cuando el reino se dividió y el poder real fue reemplazado por el de los señores feudales.

Tenía una estructura estamental que basaba su estabilidad en los vínculos de fidelidad personal, vasallaje y feudo, a través del homenaje. Esta sociedad estamental está organizada de forma piramidal. Hay tres estamentos básicos la nobleza, el clero y el estado llano.

Estructura Piramidal Sociedad Feudal

La Nobleza

La nobleza forma la cima de la sociedad feudal. La cúspide la ocupa el rey, el único legitimado para hacer leyes. La nobleza medieval es heredera de los grandes latifundistas romanos y de la aristocracia germánica. Controlaba la vida económica, y tras la desaparición del Imperio germánico ejerció el poder de manera absoluta, en la plena Edad Media.

Desde el siglo XIII, tras el fin de las cruzadas y la Reconquista, los reyes tienden a recuperar su poder, la nobleza se transforma en aristocracia de sangre y las desigualdades internas aumentan. Aparecen las diferencias entre señorío territorial y jurisdiccional: que no tienen poder sobre los súbditos de las tierras y pueden volver a la corona, una vez muerto el señor. Aparece una alta y una baja nobleza, en función de sus ingresos y de su proximidad al rey. Con la tendencia al realengo el poder del rey se hace autoritario, a finales de la Edad Media. La nobleza tendrá sus propias leyes y jueces.

Con el tiempo, la nobleza tiende a emparentarse con la alta burguesía, tan rica o más que ella.

El Clero

El clero es una institución plenamente feudalizada. Las órdenes religiosas son terratenientes, y aumentan sus posesiones gracias a las donaciones. Son auténticos señores feudales con idéntico papel económico y político que la nobleza. Durante la Alta Edad Media, el control de Roma sobre las órdenes religiosas es muy escaso, y se dedican a ejercer su poder con autoritarismo. La ausencia de una regla que regule la vida en los monasterios favorece la corrupción y la degeneración de la espiritualidad.

Serán san Benito y Gregorio VI quienes emprenderán la tarea de reformar la Iglesia: Gregorio VI dando normas y sometiendo a la autoridad de Roma a todas las iglesias nacionales, y san Benito instituyendo una rígida regla en la abadía de Cluny, que se extenderá por todo el mundo. Gregorio VI convocará el Concilio de Pavía y el Sínodo de Sutri, en el 1046. Para iniciar la reforma de las costumbres de la Iglesia, en donde se condenará la simonía y el matrimonio sacerdotal.

El clero también tenía su propia legislación, por la que regirse, y estaba exento de pagar impuestos, además de ser perceptor del diezmo. Sin embargo, la Iglesia, como institución, pagaba tributos al rey. No obstante, el nivel de rentas no era el mismo para todo el clero. Las órdenes monacales eran muy ricas, así como los obispados, como el de Toledo, mientras que los curas de parroquias campesinas eran muy pobres. Existe una red de parroquias que sostienen tanto la Iglesia como el Estado. Las órdenes monásticas eran rurales; las órdenes urbanas no aparecerán hasta la Edad Moderna.

El estado llano (o tercer estado)

El estado llano es el más complejo y variado. Está formado por el común de los vecinos de que se compone un pueblo, a excepción de los nobles, los eclesiásticos y los militares. En un principio es fundamentalmente campesino y pobre. Existen hombres libres y esclavos rústicos o siervos de la gleba, vinculados a la tierra y que se pueden vender con ella. Eran los que trabajaban y pagaban los impuestos, y estaban sometidos al derecho común, que no será el derecho romano hasta la recepción después del año 1000. Algunos de los campesinos libres tenía derecho a elegir señor: será la behetría.

La vinculación a la tierra generalizó los malos usos feudales, que el señor imponía a los campesinos en virtud de sus derechos de posesión.

Hacia el siglo XIII los campesinos se liberan de los «malos usos» y comienzan a tener libertad de movimientos. Se empieza a hacer negocios y aparece la burguesía, urbana, y las diferencias económicas entre ellos. La burguesía alcanza gran poder en las ciudades y aspira a su gobierno.

La Edad Media fue un período muy largo y complejo en el que la sociedad se transformó desde una comunidad rural hasta una sociedad urbana, los señores se hicieron con el poder y lo perdieron en lucha contra los reyes, el comercio se detuvo y volvió a resurgir, la población creció y cayó, y los logros culturales fueron mucho mayores de lo que se quiere reconocer. No en vano esta época duró unos mil años.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Gran Incendio de Londres

No hay comentarios

Gran Incendio de Londres


El Gran Incendio de Londres fue un fuego devastador que arrasó la ciudad de Londres en Inglaterra desde el  hasta el 5 de septiembre de 1666. El fuego destruyó el centro de la ciudad medieval dentro de la vieja muralla romana de Londres. Amenazó, pero no llegó, al nuevo distrito aristocrático de Westminster, el palacio real de Whitehall y la mayoría de los asentamientos suburbanos de Londres.

Fue una de las mayores calamidades de la historia de Londres. Destruyó 13 200 casas, 87 iglesias parroquiales, 44 antiguas Casas Gremiales, la «Royal Exchange», la Casa de Aduanas, la Catedral de San Pablo, el ayuntamiento de Londres, el palacio correccional del centro medieval y otras prisiones, cuatro puentes sobre los ríos Támesis y Fleet, y tres puertas de la ciudad. Dejó sin hogar a unas 80 000 personas, un sexto de los habitantes de la ciudad en ese momento. La cifra de muertes por el incendio es desconocida, y se pensaba que había sido bastante pequeña porque solo algunas muertes fueron registradas. Este razonamiento ha sido desafiado recientemente considerando que las muertes de pobres y de personas de clase media no fueron registradas, y que el calor pudo haber incinerado a muchas víctimas sin dejar restos reconocibles.

El fuego se desató en la madrugada del 2 de septiembre de 1666. Comenzó en la panadería de Thomas Farriner (o Farynor) en Pudding Lane (Calle del Budín, en inglés), poco después de la medianoche del domingo, y se extendió rápidamente. El uso de la principal técnica contra incendios de la época, la creación de cortafuegos por medio de demoliciones, fue retrasado debido a indecisiones del Alcalde Mayor de Londres, Sir Thomas Bloodworth. Para cuando fueron ordenadas las demoliciones a gran escala en la noche del domingo, el viento ya había convertido el fuego de la casa en una tormenta ígnea que venció tales medidas.

Detalle de una pintura de 1666
del Gran Incendio de Londres de un artista desconocido
El lunes, el fuego fue empujado al norte, el corazón de la ciudad. Comenzaron a producirse desórdenes en las calles por los rumores de que habían sido extranjeros quienes iniciaron los incendios. Las sospechas se centraron en los franceses y holandeses, los enemigos de Inglaterra de la Segunda Guerra Anglo-Holandesa en curso. Estos grupos de inmigrantes fueron víctimas de linchamientos y violencia callejera. El martes, el fuego se extendió por la mayor parte de la ciudad, destruyendo la catedral gótica de San Pablo y pasando el río Fleet para amenazar a la Corte Real de Carlos II en Whitehall, mientras los esfuerzos coordinados en la lucha contra el fuego se movilizaban simultáneamente. La batalla para apagar el incendio se considera haber sido ganada por dos factores: se detuvieron los fuertes vientos del este, y la guarnición de la Torre de Londres usó pólvora para crear cortafuegos efectivos para detener la extensión adicional del fuego hacia el este.

Los problemas sociales y económicos creados por el desastre fueron abrumadores. Evacuación de la ciudad y el reasentamiento en otros lugares se vieron fuertemente alentados por el rey, que temía una rebelión en Londres entre los refugiados desposeídos. A pesar de numerosas propuestas radicales, Londres fue reconstruida esencialmente en el mismo plano de las antiguas calles utilizado antes del Incendio.

Desarrollo del incendio

Las experiencias personales de muchos londinenses durante el incendio se pueden observar en cartas y memorias. Los dos cronistas más famosos de la Restauración, John Evelyn (1620-1706) y Samuel Pepys (1633-1703), registraron los acontecimientos y sus propias reacciones día a día, e hicieron grandes esfuerzos para mantenerse informados sobre lo que sucedía por toda la ciudad y más allá. Por ejemplo, ambos viajaron el miércoles al área del parque de Moorfields al norte de la ciudad, para ver allí el gran campamento de los angustiados refugiados, que les causó conmoción. Sus diarios son las fuentes más importantes para todas las narraciones modernas del desastre. Los libros más recientes del incendio, de Hanson (2001) y Tinniswood (2003), también confían en las breves memorias de William Taswell (1651-1682),​ quien era un colegial de 14 años en 1666.

Después de dos veranos lluviosos en 1664 y 1665, Londres estaba bajo una excepcional sequía desde 1665, y los edificios de madera estaban resecos después del largo y caluroso verano de 1666. El fuego de la panadería en Pudding Lane se extendió al comienzo hacia el oeste, aventado por un vendaval del este.

Domingo

El Incendio estalló en la panadería de Farriner en Pudding Lane poco después de la medianoche el domingo 2 de septiembre. La familia estaba atrapada arriba, pero logró escapar por una ventana a la casa de al lado, excepto una sirvienta que estaba muy asustada para intentarlo, y fue la primera víctima. Los vecinos trataron de ayudar a apagar el fuego; luego de una hora llegaron los guardias de la parroquia y consideraron que lo mejor era demoler las casas colindantes para prevenir que el fuego se propagara más. Los ocupantes de las casas se opusieron, y el Lord-Mayor Bloodworth, el único con autoridad para anular la decisión de los ocupantes, fue convocado.

Daños aproximados por la tarde
 del domingo, 2 de septiembre.
Cuando Bloodworth llegó, las llamas estaban consumiendo las casas colindantes y se arrastraban hacia los almacenes de papel y los depósitos inflamables en la orilla del río. Los bomberos más experimentados clamaban por la demolición, pero Bloodworth se negó, con el argumento de que la mayoría de los inmuebles eran alquilados y los dueños no podían ser encontrados. Se piensa generalmente que Bloodworth fue designado al puesto de lord mayor por ser hombre de sí, más que por tener las capacidades necesarias para ese trabajo; él entró en pánico cuando se encontró de frente con una emergencia repentina. Presionado, hizo el comentario citado a menudo "¡Psh! Una mujer podría orinar encima", y se retiró. Después de que la ciudad hubiera sido destruida, Samuel Pepys, rememorando los acontecimientos, escribió en su diario el 7 de septiembre de 1666: "Gente de todo el mundo grita por la ingenuidad (la estupidez) de mi Lord Mayor en general; y más particularmente en este asunto del incendio, echándole toda la culpa a él".

Alrededor de las 7 de la mañana del domingo, Pepys, que era un funcionario importante de la Oficina de la Armada, subió a la Torre de Londres para obtener una vista aérea del incendio, y registró en su diario que el vendaval del este lo había convertido en una conflagración. Se habían quemado varias iglesias y, él estimaba, 300 casas, y alcanzó la orilla del río. Las casas en el puente de Londres se estaban quemando. Tomando un barco para examinar la destrucción alrededor del Pudding Lane de cerca, Pepys describió un incendio "lamentable", "todos estaban intentando sacar sus bienes, y arrojándolos al río o trayéndolos a las gabarras; la gente pobre se quedaba en sus casas hasta que el incendio los tocó, y entonces corrieron a los barcos, o trepaban por un par de escaleras de un lado del río al otro". Pepys continuó hacia el oeste por el río a la Corte de Whitehall, "donde la gente venía sobre mí, y le daba el relato consternándolos a todos, y el mensaje fue enviado al rey. Entonces fui llamado, y le conté al rey y al duque de York lo que vi, y que a menos que su majestad ordenara que las casas se tirasen abajo nada podría detener el incendio. Ellos parecían muy preocupados, y el rey me ordenó que fuese a donde mi Lord Mayor de parte suya, y ordenarle a no perdonar casas, sino tirarlas abajo antes del incendio de cualquier forma". El hermano del rey Carlos II, Jacobo, duque de York (y futuro Jacobo II), ofreció la ayuda de los guardias reales para combatir el incendio.

Una milla al oeste de « Pudding Lane », por las escaleras de Westminster, el joven Taswell, un colegial que estaba saliendo del servicio de mañana en la abadía de Westminster, vio llegar a algunos refugiados en gabarras ligeras, sin ropas y cubiertos solamente con mantas. Los servicios de los transportistas repentinamente habían llegado a ser extremadamente costosos, y solamente los refugiados más afortunados aseguraban un lugar en el barco.

El fuego se expandió rápidamente con el fuerte viento. Para la media mañana del domingo, las personas abandonaron los intentos de apagar el incendio y huyeron; la masa humana móvil y sus paquetes y carros volvieron los carriles intransitables para los bomberos y carruajes. Pepys tomó un carruaje para volver a la ciudad desde el Whitehall, pero solamente llegó hasta la Catedral de San Pablo antes de tener que salir y caminar. Carretillas con bienes y peatones todavía estaban en movimiento, alejándose del fuego, pesadamente sobrecargados. Las iglesias de las parroquias no amenazadas directamente se llenaban de muebles y objetos de valor, que pronto tendrían que ser movidos más lejos. Pepys encontró al Lord-Mayor Bloodworth tratando de coordinar los esfuerzos para combatir el incendio y cerca del colapso, "como una mujer desmayándose", gritando afligidamente en respuesta al mensaje del rey que él estaba echando abajo casas. "Pero el fuego nos alcanza más rápido de lo que podemos hacerlo". Aferrándose a su dignidad cívica, rechazó la oferta de soldados de Jacobo y después se fue a su casa a dormir. El rey Carlos navegó desde el Whitehall en la barcaza real para inspeccionar la escena. Encontró que las casas todavía no eran derrumbadas a pesar de lo que aseguró Bloodworth a Pepys, y eliminó la autoridad de Bloodworth para ordenar demoliciones a gran escala en la zona oeste del incendio. El retraso hizo inútiles en gran parte esas medidas, y el incendio ya estaba fuera de control.

La tarde del domingo, 18 horas después de que fue dada la alarma en « Pudding Lane », el fuego se volvió una furiosa tormenta ígnea que creó su propio clima. Una tremenda ráfaga de aire caliente sobre las llamas conducida por el efecto chimenea en donde las construcciones limitaban la corriente de aire y dejaban un vacío al nivel del suelo. Los fuertes vientos internos resultantes no tendían a apagar el fuego, como probablemente se pensaba;​ en lugar de eso, añadieron oxígeno fresco a las llamas, y la turbulencia creada por las llamas hizo que el viento se desviara irregularmente hacia el norte y el sur de la dirección principal (este) del vendaval que aún soplaba.

Por la tarde temprana, con su esposa y algunos amigos, Pepys fue otra vez al río. Pidieron al conductor del barco que fuera "lo más cerca del Incendio que podamos ir por el humo; y por todo el Támesis, con una cara en el viento, casi te quemabas con una ducha de gotas de fuego". Cuando las "gotas de fuego" se volvieron insoportables, el grupo fue a un bar en el banco del sur y se quedó allí hasta que vino la oscuridad y pudieron ver el fuego en el puente de Londres y al otro lado del río, "como sólo un arco entero de fuego desde este al otro lado del puente, y en un lazo sobre la colina para un arco de más de una milla de largo, me hizo llorar verlo".

Lunes

Al amanecer del lunes 3 de septiembre, el incendio se expandía principalmente al norte y al oeste, la turbulencia de la tormenta ígnea empujó las llamas más al norte y más al sur del día anterior. El empuje hacia el sur fue detenido por el río mismo, pero quemó las casas en el puente de Londres, y amenazaba con cruzar el puente y poner en peligro la ciudad de Southwark al sur de la orilla del río. Southwark fue salvado por un cortafuegos preexistente en el puente, un gran hueco entre los edificios que salvó el lado sur del Támesis en el incendio de 1632 y ahora lo hizo de nuevo.

Daño aproximado para la tarde del lunes, 3 de septiembre.
El empuje correspondiente hacia el norte condujo las llamas al corazón de la ciudad. Varios observadores enfatizan la desesperación y el desamparo que se veía en los londinenses en este segundo día, y la falta de esfuerzos para salvar los distritos ricos que ya estaban siendo amenazados por las llamas, tales como la « Royal Exchange » (o Bolsa de valores y centro comercial) y las opulentas tiendas de bienes de consumo en Cheapside. La « Royal Exchange » se incendió al final de la tarde, y era un esqueleto humeante después de unas pocas horas. John Evelyn, cortesano y diarista, escribió:

La conflagración era tan universal, y las personas tan estupefactas, desde el inicio, yo no sé si por abatimiento o por destino, ellos apenas se movieron para apagarlo, de modo que no había nada que escuchar o ver sino gritos y lamentaciones, corriendo alrededor como criaturas distraídas sin ningún intento incluso de salvar sus bienes, como si una rara consternación estuviera encima de ellos.

Sucesos

Es probable que el fuego comenzase porque Farriner olvidó apagar su horno antes de irse a descansar y poco tiempo después de la medianoche, rescoldos aún llameantes del horno hubiesen encendido la leña que estaba cerca. Farynor y su familia lograron escapar del edificio en llamas, escalando por una ventana superior. La criada del panadero no pudo escapar y se convirtió en la primera víctima del incendio.

London Gazette, 
primera página desde el 3 al 10
de septiembre de 1666,
informando acerca del Gran Incendio de 
Londres.
Una hora después de haber comenzado, el Lord-Mayor Bloodworth fue despertado con la noticia, pero no le dio mucha importancia. La mayoría de los edificios en Londres en ese momento estaban construidos de materiales altamente combustibles como madera y paja, y las llamas que emanaban de la panadería cayeron en las construcciones adyacentes. Esparcidas por un fuerte viento del este, una vez que el fuego caló se propagó rápidamente. La propagación del fuego se vio ayudada por el hecho de que los edificios estaban construidos muy cerca, con apenas un estrecho callejón entre ellos.

El progreso del Incendio se pudo haber detenido si no hubiera sido por la conducta del alcalde mayor, quien rehusó ordenar el derribo de algunas casas, "sin el consentimiento de sus dueños". Los cubos de agua no servían debido al estado limitado de las calles.

Destrucción

El fuego consumió la asombrosa cifra de 13.200 casas y 87 iglesias, entre ellas, la muy querida Catedral de San Pablo, que en ese tiempo era la Iglesia de San Pablo. Aunque sólo 9–16 personas fueron reportadas como muertas en el incendio, el autor Neil Hanson (The Dreadful Judgement) cree que la verdadera cifra asciende a cientos. Hanson cree que la mayoría de las víctimas fatales eran personas pobres cuyos cuerpos fueron incinerados por el intenso calor del fuego, y por ende sus restos nunca fueron hallados. Sin embargo, estas afirmaciones son controvertidas.

Se cree que la furia destructiva de este desastre accidental nunca se ha superado en el mundo. Dentro de las murallas, consumió casi cinco sextos de la ciudad; y fuera de las murallas, despejó un espacio casi tan amplio como una sexta parte que quedó sin quemar dentro. Apenas un solo edificio que estaba dentro del área de las llamas quedó de pie.

En el resumen del informe de esta gran devastación, ofrecido en una de las inscripciones en el monumento al Gran Incendio de Londres, y que fue preparado de los reportes de los evaluados nombrados después del incendio, se afirma que:

Las ruinas de la ciudad fueron 436 acres (1,8 km²), a saber 333 acres (1,3 km²) dentro de las murallas, y 63 acres (255.000 m²) en los albedríos de la ciudad; que, de los 26 barrios, finalmente quedaron destruidos 15, y otros 8 quedaron destrozados y medio quemados ; y que consumió 400 calles, 13.200 viviendas, 89 iglesias [además de capillas]; 4 de las puertas de la ciudad, el ayuntamiento, muchas estructuras públicas, hospitales, escuelas, bibliotecas y un amplio número de edificios majestuosos.
El valor de la propiedad destruida en el incendio se ha estimado en más de 10 millones de libras esterlinas. Así como los edificios, esto incluyó tesoros irremplazables como pinturas y libros. A pesar de la inmediata destrucción causada por el incendio, no obstante se afirma que sus efectos remotos han beneficiado a las generaciones subsiguientes: por ejemplo, terminó con la epidemia de la Gran Plaga de Londres que en gran medida declinó en 1666, y que cobró la vida de 68.590 personas el año anterior. También condujo a la construcción de algunos nuevos edificios notables como la nueva Catedral de San Pablo.

Efectos y consecuencias


Después del incendio se corrió el rumor de que el fuego fue parte de un complot de la Iglesia católica. Un ingenuo relojero francés llamado Robert "Lucky" Hubert, confesó (posiblemente bajo tortura) ser un agente del Papa y de haber iniciado el incendio en Westminster. Posteriormente cambió la versión para decir que lo había comenzado en la panadería de Pudding Lane. Fue sentenciado, a pesar de la abrumadora evidencia de que no pudo haber iniciado el fuego, y fue ahorcado en Tyburn, Londres, el 28 de septiembre de 1666.

Sir Christopher Wren fue el encargado de reconstuir la ciudad después del Incendio. Sus planes originales implicaban reconstruir la ciudad en ladrillo y piedra en un plano entramado con plazas y avenidas. Pero como muchos edificios habían sobrevivido a nivel de su base, las disputas legales acerca de la propiedad de la tierra pusieron fin a la idea de plano entramado. Desde 1667, el Parlamento recaudó fondos para reconstruir Londres al pechar el carbón y eventualmente la ciudad fue reconstruida a su actual plano de calles, pero esta vez fue erigida con ladrillos y piedra y con mejores accesos y sistemas sanitarios. Esta es la principal razón por la que la ciudad de Londres actual es una ciudad moderna, aunque con diseño medieval en sus calles. Wren también reconstruyó la Catedral de San Pablo once años después del Incendio.

Existen dos puntos en concreto que recuerdan el Incendio. Uno es el monumento al Gran Incendio de Londres, una columna de más de 60 metros de altura que da unas preciosas vistas de la ciudad; recuerda el punto donde se inició el incendio. El otro es El niño dorado de Pye Corner, que remarca el punto donde terminó.

No hay comentarios :

Publicar un comentario