Motín de Aranjuez
Motín de Aranjuez
El Motín de Aranjuez o El levantamiento de la ciudad de Aranjuez fue un levantamiento ocurrido entre el 17 y el 18 de marzo de 1808 por las calles de esta localidad madrileña. Se desencadenó debido a varias causas motivadas por la política de Manuel Godoy, secretario del Estado de Carlos IV. Los contemporáneos mitificaron el suceso, situando el 19 de marzo, que simbolizaba la caída del denostado Godoy, como punto de partida de la «Revolución Española».
Causas
La guerra contra el Reino Unido (1796-1802) había producido graves problemas económicos a España, pues los ataques a las flotas indianas provocaron la falta de materia prima proveniente de América; el bloqueo de Cádiz permitió a los virreinatos americanos comerciar por su cuenta, así como la pérdida de fuerzas navales que defendieran las costas españolas. Tras la derrota de Trafalgar, la oposición al gobierno recayó fundamentalmente en las clases bajas. A ello hay que sumarle el descontento de la nobleza, la impaciencia del Príncipe de Asturias (el futuro Fernando VII) por reinar, la acción de los agentes de Napoleón, las intrigas de la Corte donde se iba creando un núcleo opositor en torno al Príncipe de Asturias, formado por aristócratas recelosos del poder de Manuel Godoy, y escandalizados por las relaciones de este con la reina María Luisa de Parma, así como el temor del clero a las medidas desamortizadoras.
Caída y prisión del Príncipe de la Paz (c. 1814) |
La presencia de estas tropas terminó por alarmar a Godoy. En marzo de 1808, temiéndose lo peor, la familia real se retiró a Aranjuez para, en caso de necesidad, seguir camino hacia el sur, hacia Sevilla y embarcarse para América, como ya había hecho Juan VI de Portugal.
Motín contra Godoy
El 17 de marzo de 1808, tras correr por las calles de Aranjuez el rumor del viaje de los reyes, una pequeña multitud (compuesta por empleados de los nobles llegados al efecto, puesto que al ser sitio Real y Villa, Aranjuez no tenía una población villana que pudiera alzarse por sí sola), dirigida por miembros del partido fernandino —nobles cercanos al príncipe de Asturias—, se agolpa frente al Palacio Real y asalta el palacio de Godoy, quemando aquellos enseres que no fueron directamente saqueados. El palacio era realmente propiedad del rey, ya que Godoy se lo había vendido en 1803, pero este lo siguió habitando durante las jornadas de los reyes en Aranjuez. El motín perseguía la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en el príncipe Fernando. Su esposa, María Teresa de Borbón y Vallabriga, y su hija, Carlota Luisa, que también se encontraban en el palacio, fueron conducidas entre vítores al Palacio Real de Aranjuez, por conocer el pueblo la actitud desdeñosa de Godoy hacia aquella, humillada por sus públicas atenciones a su amante Josefa Tudó. El día 19, por la mañana, Godoy es encontrado escondido entre esteras de su palacio y trasladado hasta el Cuartel de Guardias de Corps, en medio de una lluvia de golpes. Ante esta situación y el temor de un linchamiento, interviene el príncipe Fernando, verdadero dueño de la situación, en el que abdica su padre al mediodía de ese mismo día, convirtiéndolo en Fernando VII.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario